En honor a San Marcos, patrono de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, se llevó a cabo el Bazar San Marcos, a un costado de la Catedral Metropolitana, donde se ofreció una amplia variedad de joyas de ámbar.

Esta resina fosilizada se extrae de las minas del municipio de Simojovel de Allende y es considerada como la joya más preciosa de Chiapas debido a su belleza y valor histórico.

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La familia Montes García, dedicada a la industrialización del ámbar desde hace tres generaciones, es una de las principales productoras de joyería en la región. El proceso de elaboración de las piezas de ámbar es largo y laborioso, ya que implica la extracción de la resina, la limpieza y pulido de la pieza, y la elaboración del diseño de cada joya.

A pesar de su valor, el ámbar no es valorado justamente en el mercado, ya que las piezas se venden por un precio menor al que deberían tener. Además, la competencia desleal de artesanías que imitan al ámbar, hechas con cristal, plástico o una resina que no es ámbar, afecta a los verdaderos artesanos y engaña a los compradores.

En la expo venta también se ofertaron bebidas a base de cacao, rompope almendrado y licor, así como platillos típicos de la región, como el parachico, la cruz y el pumpo de Chiapa de Corzo, y la famosa butifarra de Tuxtla Gutiérrez.

También se vendieron artesanías como máscaras de la danza de Suchiapa, mantas bordadas a mano de Tuxtla Gutiérrez, delantales, tejidos y plantas suculentas y de interiores para la casa.

Este tipo de eventos son importantes para promover la cultura y tradiciones de la región y fomentar el desarrollo económico de los productores locales.

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