Actualmente los teléfonos públicos que fueron instalados en Tuxtla Gutiérrez por la empresa de Teléfonos de México (Telmex) en los años 90, han quedado obsoletos; muchas personas cuentan ya con un aparato de comunicación móvil, lo que ha provocado que dichas casetas queden en el olvido.
Cuando inició esta modalidad de fácil acceso a toda la población, existían tarjetas Ladatel con saldo de 20, 50, 100 y 200 pesos; la finalidad era realizar llamadas a números locales o celular, local o nacional, sobre todo para quienes no contaban con el servicio de telefonía en casa. A los pocos años fueron instaladas también las casetas de monedas, con el mismo propósito.
RUMBO A LA DESAPARICIÓN
Este servicio, que en su momento fue una de las soluciones más viables para llevar la comunicación a todos los rincones del país, actualmente enfrenta muy poca viabilidad de evolucionar, ya que poco a poco pierde la batalla ante la telefonía celular y la conectividad móvil.
A más de 20 años de haberse instalado, las casetas telefónicas de tarjeta y de monedas han quedado olvidadas, muchas de estas presentan fallas técnicas o son usadas como basurero y únicamente dejan mala imagen, además de que quitan espacio para caminar sobre las banquetas.