/ jueves 14 de marzo de 2019

Obligarán a poner la basura en contenedores

Relleno San Francisco opera como marca la ley; recibe a diario 550 toneladas de desechos: Veolia

El contrato por la prestación de los servicios de recolección y disposición final de residuos con el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez se cumple a cabalidad. Además, a mediano plazo pretende ampliarse con la puesta en marcha de un proyecto en el que la población tendrá que depositar su basura en contenedores, como en la Ciudad de México o Estados Unidos, anunciaron ayer directivos de la empresa Veolia, antes Proactiva.

El gerente de Veolia Tuxtla, Ulises Ortega Hernández, dijo que el mobiliario estará colocándose en los mismos sitios en los que la gente con frecuencia tira sus desechos, como las esquinas. Aún no saben cuántos contenedores pondrán en cada lugar. No obstante, priorizarán la atención a las zonas en las que es difícil efectuar los trabajos de recolección.

El cambio forzará a ajustar los camiones y las rutas de recolección. Actualmente 38 vehículos cumplen con esa tarea, distribuidos en 24 recorridos laborales por la mañana y 12 por la tarde, con los que llegan en conjunto a las cerca de 450 colonias que hay en la capital, afirmó.

Previó la entrada en vigor de este modelo para el segundo semestre del año, siempre que las autoridades capitalinas avalen la propuesta. En una primera fase las personas llevarán “a la esquina” sus residuos de manera común y corriente, con la diferencia de que el receptáculo no será la tierra sino un contenedor. En un segundo periodo habrá días para sacar determinado tipo de basura.

Este plan de “contenerización” no es un tema previsto en el contrato original vigente con la Alcaldía, aunque es necesario. Además, por esa innovación dicho contrato no tendrá impacto financiero, aclaró.



CERROS DE BASURA

Los directivos de Veolia aseguraron que la firma cumple a cabalidad con las obligaciones del contrato con la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez. Para ello, invitaron a los representantes de los medios de información a efectuar una visita al relleno sanitario de San Francisco Tucutzano, ubicado en el sur-poniente de la ciudad. Durante el año pasado algunos activistas culparon a ese lugar y sobre todo al uso que la otrora Proactiva hace de él por la contaminación que sufren los ríos de la zona, como el Suchiapa.

Destacaron cuatro rubros. El primero, el manejo de primer contacto de los desechos. De la esquina al centro de transferencia los residuos son compactados en dos ocasiones. Al llegar al relleno, la basura es arrojada, pasa por una banda, otra vez es compactada y después es cubierta.

El segundo, las celdas para la disposición final de los desechos. Estos son apilados y forman depósitos de gran altura en los que los residuos y el suelo están separados por varias membranas. En los niveles inferiores hay una capa drenante que impide que los lixiviados –la humedad que genera la basura– llegue a los mantos freáticos. Al pie de cada celda también hay drenajes que evitan que el agua de lluvia de la parte más alta del depósito lleve las sustancias al subsuelo.

El tercero, el manejo. Los líquidos que generan los desechos son trasladados por el drenaje a cárcamos. Pipas extraen esos “jugos” para llevarlos a una laguna con capacidad de 14 mil 600 metros cúbicos en el que los lixiviados se evaporan, o bien son usados para humedecer las celdas con residuos y evitar la generación de tolvaneras. Las celdas también cuentan con tubos de venteo, canales por los que el biogás que produce la basura es expulsado.



Durante 2007, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) llevó a cabo un estudio en el que comprobó que no hay contaminación por estos líquidos en el relleno. Desde entonces por iniciativa propia, Veolia efectúa ese estudio cada seis meses y el resultado es el mismo, según el director técnico de la compañía, Federico Sierra.

Dio a conocer que todas las acciones efectuadas en el relleno están apegadas a la Norma Oficial Mexicana (NOM) 083 sobre disposición final de residuos. Eso, aseguró, marca la diferencia entre un tiradero de basura a cielo abierto y un relleno sanitario, al tiempo de aclarar:

El tiradero a cielo abierto que fue clausurado que está cerca del relleno no es de Veolia, fue el usó el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez hasta 2006, año en el que la otrora Proactiva empezó a trabajar y opera el predio de San Francisco Tucutzano.

El contrato por la prestación de los servicios de recolección y disposición final de residuos con el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez se cumple a cabalidad. Además, a mediano plazo pretende ampliarse con la puesta en marcha de un proyecto en el que la población tendrá que depositar su basura en contenedores, como en la Ciudad de México o Estados Unidos, anunciaron ayer directivos de la empresa Veolia, antes Proactiva.

El gerente de Veolia Tuxtla, Ulises Ortega Hernández, dijo que el mobiliario estará colocándose en los mismos sitios en los que la gente con frecuencia tira sus desechos, como las esquinas. Aún no saben cuántos contenedores pondrán en cada lugar. No obstante, priorizarán la atención a las zonas en las que es difícil efectuar los trabajos de recolección.

El cambio forzará a ajustar los camiones y las rutas de recolección. Actualmente 38 vehículos cumplen con esa tarea, distribuidos en 24 recorridos laborales por la mañana y 12 por la tarde, con los que llegan en conjunto a las cerca de 450 colonias que hay en la capital, afirmó.

Previó la entrada en vigor de este modelo para el segundo semestre del año, siempre que las autoridades capitalinas avalen la propuesta. En una primera fase las personas llevarán “a la esquina” sus residuos de manera común y corriente, con la diferencia de que el receptáculo no será la tierra sino un contenedor. En un segundo periodo habrá días para sacar determinado tipo de basura.

Este plan de “contenerización” no es un tema previsto en el contrato original vigente con la Alcaldía, aunque es necesario. Además, por esa innovación dicho contrato no tendrá impacto financiero, aclaró.



CERROS DE BASURA

Los directivos de Veolia aseguraron que la firma cumple a cabalidad con las obligaciones del contrato con la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez. Para ello, invitaron a los representantes de los medios de información a efectuar una visita al relleno sanitario de San Francisco Tucutzano, ubicado en el sur-poniente de la ciudad. Durante el año pasado algunos activistas culparon a ese lugar y sobre todo al uso que la otrora Proactiva hace de él por la contaminación que sufren los ríos de la zona, como el Suchiapa.

Destacaron cuatro rubros. El primero, el manejo de primer contacto de los desechos. De la esquina al centro de transferencia los residuos son compactados en dos ocasiones. Al llegar al relleno, la basura es arrojada, pasa por una banda, otra vez es compactada y después es cubierta.

El segundo, las celdas para la disposición final de los desechos. Estos son apilados y forman depósitos de gran altura en los que los residuos y el suelo están separados por varias membranas. En los niveles inferiores hay una capa drenante que impide que los lixiviados –la humedad que genera la basura– llegue a los mantos freáticos. Al pie de cada celda también hay drenajes que evitan que el agua de lluvia de la parte más alta del depósito lleve las sustancias al subsuelo.

El tercero, el manejo. Los líquidos que generan los desechos son trasladados por el drenaje a cárcamos. Pipas extraen esos “jugos” para llevarlos a una laguna con capacidad de 14 mil 600 metros cúbicos en el que los lixiviados se evaporan, o bien son usados para humedecer las celdas con residuos y evitar la generación de tolvaneras. Las celdas también cuentan con tubos de venteo, canales por los que el biogás que produce la basura es expulsado.



Durante 2007, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) llevó a cabo un estudio en el que comprobó que no hay contaminación por estos líquidos en el relleno. Desde entonces por iniciativa propia, Veolia efectúa ese estudio cada seis meses y el resultado es el mismo, según el director técnico de la compañía, Federico Sierra.

Dio a conocer que todas las acciones efectuadas en el relleno están apegadas a la Norma Oficial Mexicana (NOM) 083 sobre disposición final de residuos. Eso, aseguró, marca la diferencia entre un tiradero de basura a cielo abierto y un relleno sanitario, al tiempo de aclarar:

El tiradero a cielo abierto que fue clausurado que está cerca del relleno no es de Veolia, fue el usó el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez hasta 2006, año en el que la otrora Proactiva empezó a trabajar y opera el predio de San Francisco Tucutzano.

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