En medio de la retención del pastor Gilberto Díaz Pérez y posteriormente de cuatro miembros de su familia en la comunidad Berlín, ubicada en el municipio de Simojobel, por motivos de intolerancia religiosa, el obispo de San Cristóbal, Rodrigo Aguilar Martínez, ha expresado su preocupación por la persistente problemática en la región.
La situación comenzó con la retención del pastor evangélico Díaz Pérez, quien estuvo retenido durante siete días debido a las tensiones religiosas que surgieron en la comunidad. Los desacuerdos se originaron a raíz de la labor evangelizadora del pastor, que los católicos locales consideraron como una amenaza a su propia fe.
En un reciente desarrollo, el pasado sábado, se informó que el pastor y su familia finalmente fueron liberados después de un proceso de diálogo entre ambas partes. Al respecto, el obispo Aguilar Martínez lamentó profundamente los incidentes y la persistencia de la intolerancia religiosa en la región. Durante una entrevista, expresó:
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"Es lamentable que aún se registren casos de intolerancia religiosa en Chiapas, como lo ocurrido en el municipio de Simojobel. Condenamos estos actos y continuaremos trabajando para fomentar la paz y el entendimiento entre las comunidades evangélicas y católicas."
El obispo Aguilar Martínez señaló la importancia de escuchar y comprender las diferencias religiosas en busca de una convivencia armoniosa. Afirmó que, si bien la intolerancia persiste en la región, existen individuos dispuestos a entablar un diálogo constructivo para promover la coexistencia pacífica.
El prelado también reconoció los esfuerzos del consejo interreligioso de Chiapas, que trabaja en la búsqueda de la paz y la reconciliación entre las distintas denominaciones religiosas en la región. Subrayó la importancia de que ambas partes encuentren formas de cooperar en favor de valores comunes como la vida, la justicia y la paz.
"Es crucial recordar que el pastor en cuestión tenía raíces católicas antes de asumir otra creencia. Debemos esforzarnos por entender las decisiones individuales en materia religiosa y encontrar formas de apoyarnos mutuamente en lugar de fomentar la intolerancia", concluyó el obispo Aguilar Martínez.
Aunque se ha logrado la liberación del pastor y su familia mediante el diálogo, estos eventos reflejan la necesidad continua de abordar y superar los conflictos religiosos en la región de Chiapas, promoviendo la tolerancia y el respeto entre todas las comunidades religiosas.