Será a mediados de septiembre cuando en la Cámara de Diputados se discuta la iniciativa propuesta por la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional respecto a modificar la Ley Federal del Trabajo para reducir de 48 a 40 horas la semana laboral, un tema que ya tiene al sector empresarial y laboral muy al pendiente.
Una de las preocupaciones que ha comenzado a rondar entre los trabajadores formales, es que si la reducción de la semana laboral, afectará el pago de ciertos beneficios como lo son el pago de horas extra y si habría por ende alguna reducción salarial debido a menos horas trabajadas.
Hasta hace unos meses la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados avaló por mayoría de votos la reforma que modifica el apartado A del Artículo 123 de la Ley Federal del Trabajo, con 25 votos, 0 en contra y 5 abstenciones, a fin de reducir las horas que los trabajadores laboran semanalmente.
Hasta ahora, la Ley Federal del Trabajo establece que un trabajador tiene un máximo de 8 horas diarias de trabajo, un total de 48 horas a la semana, horas que se dividen en 6 días de trabajo con un día como periodo de descanso, pero ahora los diputados morenistas buscan hacer modificaciones que dicen serán en beneficio de la clase trabajadora.
Actualmente, la iniciativa propuesta no contempla modificaciones respecto a lo que se percibe por trabajar horas extra, que según la misma ley “No pueden exceder las tres horas al día ni ser más de tres veces por semana”, es decir un máximo de 9 horas a la semana, según el Artículo 66 de la Ley Federal del Trabajo. Asimismo, se establece que las primeras 9 horas deberán ser pagadas al doble del salario y en caso de haber un excedente, estas horas deberán por ley, ser pagadas al triple.
De esta manera se aseguran los beneficios que hasta ahora, por ley tienen los trabajadores formales de México y en caso de aprobarse, se sumaría este nuevo beneficio al reducir la jornada laboral y por ende establecer no uno sino dos días de descanso; cabe citar que estas medidas son nuevas en nuestro país, pero no en otros de Latinoamérica y Europa; países como Cuba, Venezuela y Ecuador ya aplican desde hace tiempo este esquema laboral, en tanto en países como Finlandia llevan años apostándole a las jornadas de trabajo de 5 horas al día y de cinco días a la semana, por dos días de descanso.
Pese a que el panorama suene alentador para los trabajadores, se esperan reacciones por parte del sector patronal; de hecho, e Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) estima que, de aprobarse diversas disposiciones en materia laboral, como la reducción de la jornada laboral, se elevaría de 20 a 25% el costo de la nómina para las empresas, lo que podría derivar en una serie de despidos para poder estabilizar a las empresas de nuevo, dada la enorme carga económica que representaría no solo reducir la jornada de trabajo, sino además tener que cargar con aumentos en beneficios como la iniciativa de aumentar a 30 días el aguinaldo de los trabajadores, otra que también ya estaría en discusión en el mes de septiembre de este 2023.
De acuerdo al IMPC, El sector empresarial se encuentra asimilando tres fuertes incrementos en el costo de la mano de obra, que son: seis días más de vacaciones, el incremento al monto del salario mínimo, y el incremento gradual en la tasa del seguro de cesantía y vejez, el cual pasará de 3.15% en el año 2022 hasta llegar a 11.875% en el año 2030; todo esto tendría un impacto en la mano de obra y en el tema de las contrataciones.