A río revuelto ganancia de pescadores. El hampa busca máximas ganancias a un mínimo esfuerzo. La falsificación de dinero cumple con esa condición. El estado no es ajeno a ese problema con un agravante: en Chiapas no sólo circulan billetes apócrifos, también monedas hechizas.
De 2006 a junio de 2017, según el Banco de México (Banxico), las instituciones de crédito, ahorro e inversión regulares que operan en la entidad captaron en total 30 mil 142 imitaciones de billetes y monedas con un valor ficticio conjunto de nueve millones 308 mil 770 pesos.
Simplemente en el primer semestre de 2017 fueron detectadas cerca de tres mil piezas de ese tipo. Únicamente en 2016 (último año con un informe completo en la materia para el estado) los reportes incrementaron 13 por ciento.
De acuerdo con el Banxico, en esos 10 años y medio en Chiapas el sector financiero formalmente establecido identificó 29 mil 817 simulaciones de billetes que en conjunto sumaban la cantidad ficticia de nueve millones 279 mil 150 pesos, equivalente a 99.68 por ciento del monto global de capital no auténtico descubierto en la entidad en ese periodo. Ninguna denominación estuvo a salvo de las alteraciones. Las piezas de 200, 500 y 100 pesos fueron las más vulneradas.
El billete de 200 pesos es el más expuesto a esta situación porque es el más usado de la familia de billetes con más poder adquisitivo. El de mil pesos es el menos involucrado en estos casos porque por su valor suele manejarse con más cuidado. Por su material y denominación, los menos “copiados” son los de 20 y 50 pesos, afirma el exdelegado de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) en la entidad, Carlos Utrilla.
Aunque la tendencia en los hallazgos de réplicas de billetes fue irregular, al final del lapso de referencia el comportamiento fue al alza. Las notificaciones provinieron de 68 plazas de un estado en el que 30 por ciento de su población tiene menos de 30 años de edad o se identifica como indígena, y en el que además más del 50 por ciento tiene algún tipo de pobreza y cuenta con escolaridad promedio de primaria concluida, destacan el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Consejo Nacional de la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Antes eran ajenas a este fenómeno porque “salía más caro el caldo que las albóndigas”. Ahora también son víctimas de falsificaciones. El Banxico informa que entre 2006 y junio de 2017 en Chiapas la banca captó 325 monedas apócrifas con una suma total ficticia de 29 mil 820 pesos, igual a 0.32 por ciento de la cantidad de circulante hechizo asegurado en la entidad en ese intervalo. Los reportes involucraron piezas de tres denominaciones; en el 90 por ciento de las veces apareció la de 10 pesos.
Por su alto costo de producción, las imitaciones de billetes son más comunes que las de monedas, asevera Utrilla.
Al igual que en los billetes, la dinámica de detecciones fue irregular con un repunte al concluir el tiempo de referencia. Al principio, Tuxtla Gutiérrez acaparaba los descubrimientos, sin embargo, al hacer un balance final los descubrimientos procedieron de 12 sitios diferentes, entre ellos Acapetahua, Arriaga, Chiapa de Corzo, Cintalapa, Huixtla, Ocozocoautla, Reforma y Tonalá, todos ubicados en un estado en el que la penetración de los servicios financieros es menor al 40 por ciento, de acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Para la Condusef, los nuevos diseños, la diversificación de las actividades de la delincuencia y la tecnificación de la producción aumentó el riesgo no sólo de alguna vez tener en las manos dinero falso, sino también de poder identificarlo. El docente de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), Campus Chiapas, René Cruz Montalvo, completa: el riesgo también es mayor por el descuido del gobierno, la iniciativa privada (IP) y la ciudadanía.
La Condusef asegura que gracias a los nuevos diseños ahora es más fácil distinguir capital no auténtico; no obstante, esa es una verdad a medias. Cruz Montalvo da a conocer que hoy entre los billetes más vulnerados están los de la nueva generación, como el de 100 pesos conmemorativo al centenario de la promulgación de la Constitución Mexicana.
El exdelegado de la Condusef en el estado, Carlos Utrilla, comenta que los lugares con abundante movimiento económico, que omiten expedir comprobantes de pago y no cuentan con equipo para detectar circulante apócrifo, como luces y lápices, son más susceptibles a estafas.
Casetas de caminos y puentes de cuota, mercados y cajeros automáticos forman parte de esa lista. Descubrir esas piezas es difícil porque van en fajos y por el ir y venir de dinero, admite.
El Banxico estima que a finales de septiembre de 2013 en todo el país circulaban dos mil 750 millones de billetes. Al año son fabricadas mil 250 millones de piezas y lanzadas 869 millones de diferentes denominaciones.
“El Chilango”, conductor de un colectivo de la Ruta 52 en Tuxtla Gutiérrez, da fe de ello. Cuenta que hace unos días un joven adulto abordó el vehículo al filo de las 8:00 de la noche. Las luces del interior del carro estaban apagadas. El usuario pagó con una moneda de 10 pesos. Al chofer la pieza le pareció extraña por el número de ceros en la denominación, aunque decidió no revisarla y dar los tres pesos de cambio. El joven adulto pidió la parada; bajó sin ninguna preocupación. En un alto “El Chilango” vio esa moneda que le generó dudas. La pieza era genuina, sin embargo, no era de 10 pesos, sino de cien colones y provenía de Costa Rica.
Esa es una de las razones por las que Ramiro colocó en el mostrador de la tortillería que tiene cerca de la Escuela Secundaria del Estado, ubicada en el barrio de San Roque en Tuxtla Gutiérrez, una cartulina de color naranja con la leyenda: “No se cambian billetes”.
El capital hechizo es un problema “grave” porque daña la economía personal y el poder de compra de quien recibe. "No te lo va a reponer nadie" y "no vas a poder utilizarlo". Además, contribuye a la inflación, debido a que uno de los factores que provoca el encarecimiento de productos y servicios es el exceso de dinero, ratifica Cruz Montalvo.
René Cruz Montalvo, docente de la EBC, Campus Chiapas, pidió al gobierno y a la IP fortalecer sus sistemas de control de circulante. No toda la gente tiene tiempo y conocimientos para identificar billetes y monedas ficticias. Hace unas semanas, el Banxico anunció que en breve lanzará el nuevo billete de 200 pesos.
Aunque el organismo responsable de la política monetaria manifiesta que el volumen de capital falsificado en el mercado está dentro de los parámetros ordinarios, es evidente que los mecanismos de control están rebasados, opina.
En tanto, para mitigar el riesgo de fraude, el Banxico solicitó a la población aprender a distinguir los elementos de seguridad de los billetes (hilo micromagnético o en tercera dimensión, impresión con relieve, marca de agua, figuras que cambian de color, texto microimpreso y ventana transparente) y poner en práctica esos saberes al usar efectivo.
Si se detecta dinero apócrifo o hay dudas sobre la autenticidad de alguna pieza, hay que llevar el billete o la moneda a la sucursal bancaria más cercana. Si la pieza fue captada en un cajero automático, hay que trasladarla a la sucursal de la institución dueña del cajero. La notificación debe efectuarse no más de cinco días hábiles después de recibir el billete o moneda, aclara.
El banco expedirá al interesado un formato que deberá llenar sin necesidad de proporcionar sus generales, excepto si la pieza fue suministrada por un cajero automático. El billete o moneda será enviado a la sede central del Banxico para que formule un dictamen en un plazo máximo de 20 días hábiles.
Si la pieza fue otorgada por un particular o un establecimiento y resulta no ser original, no habrá reembolso. Si el billete o moneda fue facilitado por una institución financiera formalmente establecida (sea en ventanilla o cajero) y la falsificación es confirmada, el portador será compensado, precisa Cruz Montalvo.
En caso de negativas de la banca, el caso puede denunciarse en la Condusef. Durante 2017 en todo México la dependencia atendió 30 reclamaciones por la “entrega de un billete falso o mutilado” en sucursal y/o cajero automático.
Cruz Montalvo exhortó a no reintegrar a la economía el circulante hechizo, porque la producción, la distribución, el almacenamiento y uso de billetes y monedas alterados es un delito del ramo federal castigado hasta con 12 años de prisión, siempre y cuando la acción sea intencional, de acuerdo con el Artículo 234 del Código Penal Federal. Las autoridades tampoco pueden librarse de su responsabilidad de aplicar la ley, puntualiza.