Los elevadores del edificio Plaza en el centro de Tuxtla Gutiérrez, donde se encuentra la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, llevan clausurados un mes con cinta roja de peligro. A pesar de que la leyenda de los botones de acceso y descenso indica que el cupo máximo es de tres personas, los elevadores no están en funcionamiento.
El personal de seguridad del edificio afirma que los elevadores llevan sin funcionar ininterrumpidamente desde hace 30 días, mientras que el personal de la CEDH asegura que los elevadores llevan muchos años sin funcionar correctamente. A pesar de que se han puesto en servicio en ocasiones anteriores, sólo han operado por uno o dos días antes de dejar de funcionar.
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Como resultado, las personas que visitan las oficinas de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos deben subir por las escaleras desde el sótano por la primera sur esquina con segunda oriente para llegar a la entrada principal en el cuarto piso o por la entrada principal para subir cuatro pisos.
De acuerdo con una trabajadora de la CEDH, el modelo de los elevadores es antiguo y muy viejo, lo que hace que el mantenimiento sea costoso. Además, la capacidad de los elevadores es limitada, con un máximo de dos a tres personas, lo que aumenta el riesgo de que las personas queden atrapadas si no se les da el mantenimiento adecuado.
La falta de funcionamiento de los elevadores afecta a las personas que tienen que subir por las escaleras, incluyendo a una vendedora de bolis y frutas que tiene que subir cuatro pisos para llevar a cabo su trabajo y mantener a sus hijos. Aunque el personal de la CEDH ha aprendido a acostumbrarse a subir por las escaleras debido a la pandemia y el aislamiento social, la falta de acceso por elevador sigue siendo un problema para aquellos que visitan el edificio.