La Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez” pidió ayer al cabildo de Tuxtla Gutiérrez y al Sector Salud mejorar las condiciones de la llamada zona de tolerancia, porque las actuales “no sirven más que para discriminar”; además, a las autoridades sólo les interesa lucrar con quienes trabajan en ese lugar.
La presidenta de esa asociación civil, Elvira Madrid Romero, dijo que la “zona de tolerancia” de la capital del estado es la única del país en el que hay una cuota de acceso, aunado a que hay que pagar por usar el estacionamiento y el baño; mientras que “el agua sale color chocolate porque no es agua potable”. Eso sin contar que los elementos de la Policía Municipal asignada al lugar sólo están dedicados a extorsionar.
MALOS VICIOS
Por si fuera poco, relató, en el interior operan cantinas, cuando están prohibidas por el reglamento; asimismo, por la desregulación la renta diaria de los módulos llega hasta los 200 pesos, cuatro veces más que el promedio nacional, misma que las sexoservidoras tienen que cubrir sin importar que lleguen o no a laborar.
“Hemos denunciado todo el dinero que se genera en la ‘zona de tolerancia’ gracias a las compañeras que ahí ejercen su oficio; sin embargo, ese capital no llega a ellas. Llega a la Política Fiscal del Municipio, que no invierte nada para mejorar las condiciones (…) Cobran y cobran pero no otorgan ningún beneficio a ellas. Se ha denunciado todo lo que sucede y no pasa nada (…)”, afirmó.
Madrid Romero informó que esos vicios también están replicándose en el esquema de control sanitario bajo el que están las trabajadoras sexuales. Ellas tienen que comprar sus tarjetas de control sanitario, a veces deben comprar en 150 pesos cajas con preservativos otorgados por el Sector Salud.