México está obligado a definir una política integral de respeto a los derechos humanos de las niñas, niños y adolescentes migrantes solos o acompañados que transitan por el país, principalmente en la frontera sur, que ha registrado el mayor ingreso a partir del 2018, sin importar el fin que busquen, enfatizó el presidente de la Comisión de Atención a la Frontera Sur de la Cámara de Diputados, Raúl Eduardo Bonifaz Moedano.
Chiapas, puerta de entrada a México en la frontera sur, recibe una gran afluencia de migrantes, principalmente de Guatemala, Honduras y El Salvador, pero también de otras nacionalidades, cómo de África, que demandan atención del Estado Mexicano y que evidencia la insuficiencia institucional.
Por ello, Bonifaz Moedano llama a las instituciones públicas y a todos los actores políticos del país, a la reflexión sobre la situación de vulnerabilidad en que se encuentran los migrantes y la violación de los derechos humanos de la niñez migrante, para poder lograr una definición de política de protección de sus derechos.
En el marco de un conversatorio “Ley de Migración y su Reglamento: Retos y desafíos a la luz de la situación actual de las personas en movilidad”, convocado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Raúl Eduardo Bonifaz insistió que indiscutiblemente se requiere de una profundización del análisis de la realidad para una atención con enfoque desde el punto de vista de tránsito de la migración, destino de la migración y origen de la migración, a partir de nuevos marcos jurídicos.
Según el diputado de Morena, hay un porque México debe garantizar a la infancia un trato diferente: "Son niñas y niños que no queremos que mueran, no queremos que se pierdan en los caminos de delincuencia, que tengan acceso al uso y ejercicio pleno de sus derechos que como cualquier persona"
Insistió que ello significa abarcar distintas áreas de conocimiento que deben de reforzarse, la social, psicológica, política y económica.