Este lunes, mientras un millón 842 mil 10 estudiantes de nivel básico, media y superior en Chiapas iniciaron un nuevo ciclo escolar, miles de niños, niñas y adolescentes de la región de la Sierra no pudieron regresar a las aulas debido a la creciente ola de violencia que azota sus comunidades. La situación ha sido particularmente crítica en municipios como Motozintla, Frontera Comalapa, Bella Vista y Chicomuselo, donde el regreso a clases se ha visto gravemente afectado.
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Isabel, una maestra de secundaria en las cercanías de Motozintla, relató que, aunque su escuela en Belisario Domínguez reanudó las clases, otras zonas enfrentan una situación muy diferente. “Nosotros estamos en Belisario Domínguez, pero en Motozintla, Comalapa, Bella Vista y Chicomuselo, el regreso a clases está más complicado”, comentó. La relativa tranquilidad de su ubicación ha permitido que las actividades escolares continúen, aunque muchos de sus colegas en áreas vecinas no han tenido la misma suerte.
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha señalado que algunos municipios llevan desde el año pasado sin poder iniciar clases debido a la violencia provocada por la lucha entre grupos del crimen organizado. Armando Falconi, Secretario General de la Sección 40 de la CNTE, expresó su preocupación por el impacto devastador de la violencia en los centros escolares. “Decidimos no poner en riesgo a maestros ni a alumnos, enviándoles algunas tareas por WhatsApp a quienes permanecen en la zona”, explicó, aunque muchos estudiantes carecen de los recursos tecnológicos necesarios para seguir sus estudios a distancia.
La situación ha llevado a la suspensión de labores por parte de cerca de 5 mil maestros en la Sierra de Chiapas, afectando a aproximadamente 150 mil alumnos de educación preescolar, primaria, secundaria y media superior. Profesores de municipios como Honduras de la Sierra, Siltepec, El Porvenir, Motozintla de Mendoza y Mazapa de Madero han decidido no regresar a las aulas hasta que se garanticen condiciones de seguridad para continuar con su labor educativa.
La crisis en la Sierra de Chiapas refleja la compleja situación de la región, donde la violencia ha permeado todos los aspectos de la vida cotidiana, afectando gravemente el derecho a la educación de miles de niños y jóvenes. Mientras tanto, la comunidad educativa y las autoridades locales buscan desesperadamente soluciones para garantizar un regreso seguro a las aulas en un contexto que sigue siendo incierto y peligroso.
Carta de una alumna desplazada de Chicomuselo
Una adolescente desplazada de su hogar en Chicomuselo, Chiapas, ha enviado una desgarradora carta al presidente Andrés Manuel López Obrador a través del periodista chiapaneco Isaín Mandujano. En la misiva, la joven narra el sufrimiento que ha vivido desde que la violencia y la lucha entre dos cárteles se apoderaron de su pueblo, robándole la paz, la seguridad y su niñez.
La adolescente, cuya identidad se mantiene en reserva, describe con nostalgia los días de armonía que una vez caracterizaron a su comunidad, y cómo solía disfrutar de actividades simples y seguras, como ir al río La Junta los fines de semana, una costumbre que ahora le parece un recuerdo lejano.
En su carta, la joven expresa la angustia y el miedo con el que vive. “Es una tristeza saber que me arrebataron mi niñez, vivir con el miedo de ver armas y cosas que nadie a mi edad ha visto”, escribe. Lamenta la pérdida de su hogar, la muerte de sus mascotas, y el hecho de haber tenido que abandonar todo lo que conocía, llevándose solo lo que tenía puesto al momento de huir. Describe también el desalojo violento del mercado municipal, un lugar donde solía encontrar alimentos, y cómo este episodio marcó un antes y un después en su vida.
Este lunes 26 de agosto, en lugar de estar en su escuela, la adolescente se encuentra lejos, padeciendo las consecuencias del conflicto. “Hoy, hay un vacío en nuestros corazones al saber que dejamos nuestros sueños de seguir estudiando en un lugar tranquilo”, expresa. Para ella, el regreso a clases debería haber sido una ocasión de alegría, pero es un recordatorio de la vida que ha sido arrebatada.
Con un llamado urgente al presidente López Obrador, la joven pide que intervenga para poner fin a la violencia en Chiapas. “Pedimos que hagan algo y dejen de decir que no pasa nada”, exige. La adolescente cuestiona el silencio de las autoridades y denuncia que su derecho a la educación ha sido violentado, y ahora su vida es incierta.
La carta es un testimonio desgarrador del impacto de la violencia en las vidas de los más vulnerables y un llamado urgente para que las autoridades actúen para proteger a los niños y jóvenes de Chicomuselo. La joven pide al presidente López Obrador que intervenga para restaurar la paz en su comunidad, devolviendo a su pueblo la tranquilidad que alguna vez conoció. “Exigimos que nos regresen aquel pueblo hermoso, la tierra de los 7 jaguares”, concluye, reflejando el anhelo de una comunidad que espera volver a vivir en paz.
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