Ocosingo.- La violencia en la comunidad de Cuxuljá, municipio de Ocosingo, se intensificó la mañana de este jueves, cuando un grupo de más de 300 indígenas tseltales instaló un bloqueo carretero entre balazos y posteriormente incendió una vivienda en protesta por la falta de atención a sus demandas.
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El bloqueo fue instalado en el tramo federal Ocosingo-San Cristóbal de las Casas, a la altura del crucero de la comunidad de Cuxuljá. Los manifestantes exigen desde hace más de 10 días la desarticulación de un grupo armado que presuntamente proviene de la comunidad 7 de febrero, adheridos a una organización. Este grupo ha sido señalado de perpetrar ataques armados contra los habitantes de Cuxuljá, sin que las autoridades hayan respondido a las denuncias.
Según declaraciones de los manifestantes, las autoridades del ayuntamiento de Ocosingo y la delegación de gobierno de la región los engañaron hace un par de días al prometerles una mesa de diálogo que nunca se concretó. Ante esta situación, decidieron bloquear nuevamente la carretera que conecta Ocosingo con San Cristóbal de las Casas.
Durante la instalación del bloqueo, los manifestantes denunciaron que varias detonaciones de armas de fuego provinieron de los matorrales, presuntamente disparadas por habitantes de la comunidad 7 de febrero. Afortunadamente, no se reportaron muertos ni heridos, aunque la tensión persiste.
La situación empeoró cuando, antes de las 11 de la mañana, los manifestantes incendiaron una casa de madera con techos de lámina ubicada cerca de la carretera, en la orilla de la comunidad de Cuxuljá. La vivienda fue consumida en su totalidad, pero los propietarios lograron escapar a tiempo, resultando en daños materiales únicamente.
El bloqueo continúa, impidiendo el paso de vehículos hacia Ocosingo, San Cristóbal y Altamirano. Se espera que los manifestantes mantengan la obstrucción hasta las 4 de la tarde, a la espera de que las autoridades se acerquen para dialogar y buscar una solución al conflicto.
Mientras tanto, los automovilistas y transportistas han sido advertidos de evitar la zona de conflicto, ya que los disparos continúan desde las montañas y matorrales, representando un grave peligro para quienes transitan por la vía. Los campesinos de Cuxuljá están cada vez más molestos por los ataques armados, lo que aumenta el riesgo de que la situación se agrave aún más.