Una sonrisa tierna y unos ojos muy vivarachos pero que transmiten gran sensibilidad, son parte de la descripción de Luna Corina Díaz Cruz, pero sin duda es su expresión musical lo que en conjunto con su carisma y personalidad te atraen, dejándote estupefacto al escucharla tocar con gran talento el violonchelo.
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Con la gran sencillez que le caracteriza, acude a las oficinas de Diario del Sur para una entrevista donde nos cuenta cómo ha sido su desarrollo y estudio en el ámbito musical.
“Lunita”, como le gusta que le digan, es una tapachulteca de 11 años, que actualmente está por ingresar a la secundaria en el Instituto Tapachula donde estudia becada. Nos cuenta que desde los 3 años comenzó a sumergirse en el fantástico mundo de la música, tocando el teclado del piano, luego la batería y actualmente el violonchelo el cual lleva estudiando seis años y que se ha convertido en su gran pasión.
Ella sueña con crecer en la música y dice que le gustaría poner una escuela donde le enseñen a niños pero desde muy pequeñitos, porque a ella le ha costado mucho encontrar quien la prepare más y ha sido exclusivamente con clases particulares como ha ido desarrollándose en esto que se ha vuelto en algo más que un hobbie y que disfruta enormemente.
Dice cada día se ha ido sorprendiendo sobre cómo se le abren las puertas en este mundo y nos confía que todo empezó cuando tenía apenas unos 3 o 4 años, al asistir a un concierto de la orquesta Esperanza Azteca a donde a una prima la invitaron a participar como coro, siendo ahí donde vio por primera ocasión físicamente un violonchelo, instrumento que le llamó mucho la atención y que desde ahí se enamoró de él, aunque para entonces éste era más grande que ella de estatura.
Entre sonrisas pero de forma clara, puntualiza que es gracias al apoyo de sus padres que ha logrado este sueño, pues debido a que los violonchelos eran muy grande debieron emprender la búsqueda de uno adecuado a estatura, siendo a través de una casa de música que le trajeron uno desde China, emprendiendo así este fantástico sueño musical.
Ella se considera una niña normal, que hace cosas como cualquier otra de su edad, pues juega con su hermano de un año, ve la televisión y tiene amigas, pero aunque todo eso le gusta, siempre termina tocando el “chelo”, ya que eso le transmite mucha tranquilidad, por lo que diariamente le dedica dos horas a estudiar sus partituras y ve a su maestro Jean Carlo Coronado, de origen venezolano cada sábado y que antes estuvo con el maestro Manuel Ustariz también de Venezuela y quien pertenece a la Orquesta Filarmónica de Guadalajara
Su familia
Lunita comenta que valora mucho el esfuerzo de sus padres Corina Cruz y Gustavo Díaz, que la han apoyado para tomar clases particulares y la han acercado a festivales como el de la Semana del Violonchelo en León, Guanajuato, donde recibió un reconocimiento por su participación de la Academia de Artes y Oficios Renacimiento, A.C. y la Orquesta de Solistas de América, y el Festival Internacional de Música de Guadalajara 2021, entre otros festivales a los que ha asistido.
Además de recientemente tocó improvisadamente en el Andador Guadalupano de San Cristóbal de las Casas, donde aunque no llevaba un micrófono sus papás la impulsaron a cumplir su sueño de tocar en la calle como lo hacen los cantores trotamundos, sitio donde le tomaron un video que la ha dado a conocer a través de las redes sociales.
Lunita se plantea metas a corto y largo plazo, y por ahora ya estudia y planea acudir en el mes de diciembre al Concurso de Chelo Infantil en Monterrey, Nuevo León, a donde acudirán niños que han estudiado en conservatorios, pero aunque eso la tiene algo nerviosa confía en que podrá superarlo.
Finalmente Lunita Corina nos confía que otro de sus sueños es un día poder tocar en París, debajo de la torre Eiffel y este sábado se presentará en conocida plaza comercial ubicada al sur de la Ciudad. Acude a aplaudirla e impulsemos el talento local. Búscala y síguela en Instagram @lunitacorina
“Dicen que el violonchelo elige a quien guste de tocarlo, por lo que aunque era muy chiquita, él me eligió”
Lunita Corina