Venta ambulante de tortilla agrava crisis en este sector: Alejandro Ricaldi

Durante los casi dos años en que ha durado la pandemia del Covid-19, alrededor de 35 tortillerías han cerrado definitivamente, debido a que no pudieron soportar las condiciones económicas y al daño que ha causado la venta informal de este producto de la canasta básica.

El presidente del consejo de industriales de la masa y la tortilla en Tapachula, Alejandro Ricaldi Jiménez, expuso que la situación por la que pasan las tortillerías establecidas en Tapachula es preocupante, derivado del aumento de la materia prima y las condiciones desleales que ha propiciado la venta ambulante de este producto de primera necesidad.

Indicó que, si la población comprara en tortillerías establecidas, habría más ganancias para los empresarios y se seguirían sosteniendo los empleos, sin embargo, la venta ambulante indiscriminada de tortilla los ha puesto en jaque, ya que ofertan este producto hasta en talacheras, bufetes jurídicos, depósitos de cerveza, entre otros negocios que no tienen relación con este giro comercial.

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Afirmó que, en estos lugares, no ofrecen higiene del producto, mucho menos kilos completos, pero desafortunadamente la población ya no quiere caminar hasta la tortillería por lo que, estas condiciones están marginando sus ganancias.

Rechazó que los supermercados sean considerados como competencia desleal, ya que estos lugares sólo utilizan este producto para llamar la atención de la gente, pero su oferta real son los abarrotes, además la harina de la tortilla es más económica y eso repercute en el paladar de las personas.

Piden a la autoridad sanitaria supervisar esta situación/ Foto: Marvin Bautista | Diario del Sur

Condenó que ninguna autoridad sanitaria supervise la venta de tortilla en lugares insalubres, por lo que la población corre el riesgo de contraer alguna enfermedad, además no han garantizado que estos establecimientos, brinden las condiciones adecuadas para la venta de este producto.

Lamentó que aunque se ha expuesto esta situación en innumerables ocasiones, la autoridad sanitaria hace caso omiso a las peticiones de los industriales de la masa y la tortilla que a diario se enfrentan con una situación económica difícil, derivado del pago de impuestos, empleados, locales y certificaciones.