San Cristóbal de Las Casas.- La historia de la “Tumba de la Sirena” es una de las más escuchadas en el Panteón Municipal, entre quienes se adelantaron este fin de semana a hacer arreglos en los sitios donde se encuentran los restos de sus seres queridos, luego de dos años de estar cerrado al público por la pandemia Covid-19.
En el Panteón Municipal existen más de 25 monumentos considerados históricos, por contar en su construcción un estilo neoclásico y es la tumba de Enedina García, quien falleció el 22 de febrero de 1900, tiempo en el que se perseguía a quienes practicaban la brujería.
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En ese entonces fue cuando comenzó la leyenda de “La Sirena”, que se encuentra al sur del Camposanto; quienes conocen la historia narran que a sus 24 años de edad, Enedina García, poseía una fortuna derivada de su trabajo como bruja.
Cuando falleció fue sepultada con todos sus bienes, ya que la sociedad de ese entonces consideraba su riqueza como un fraude y amenazaron a los familiares con condenarlos, en caso de conservar el dinero. Según varias versiones el dinero fue puesto a su lado derecho ya a quien intentara sustraerlo le caería una maldición.
La tumba tiene unas sirenas en lo alto y los que cuentan la leyenda representa un símbolo de sabiduría; algunos aseguran que cuando la última sirena caiga por deterioración, el espíritu de Enedina será liberado del lastre que de ella pende. Entrevistada con anterioridad, Alejandra González García, sobrina de Enedina, desmiente las versiones sobre la hechicería de su tía y mucho menos sea cierto que quien se atreva a hablar mal de la finada sufrirá de dolores de cabeza, huesos y temperatura.
"Sí es cierto que le rinden culto, pero preguntando con mi familia, porque ella es hermana de mi abuelo, no es cierto que sea bruja, ya que ella era curandera". Alejandra cuenta que su tía abuela en realidad era curandera. Tuvo muy buenos resultados tratando a personas enfermas con hierbas.
Sobre el significado de las sirenas talladas en la cúspide del nicho, dijo que eran un distintivo de la difunta, quien tenía un rancho en el municipio de Ocosingo, de donde era originaria.
Al igual que en otros años, se espera que la cripta sea de las más visitadas y se llene de ofrendas de florales, dulces, licor, velas y veladoras. Ya que Enedina fue considerada también, por muchos, como el médico de la ciudad. Pese a una serie de historias que se han creado en torno a la tumba de Enedina García, nadie conoce su causa de muerte, solo se sabe que nació un 6 de mayo de 1876.