En una tradición arraigada, Javier Gómez, originario de San Juan Chamula y residente de San Cristóbal de las Casas, se suma nuevamente a las festividades anuales en el municipio de Chiapa de Corzo. Con costales repletos de sonajas de parachicos (chin chin) y una bocina que emite música tradicional, Javier se establece en el parque central de este pueblo mágico.
Con más de 20 años de experiencia, Javier aprendió a confeccionar las sonajas utilizando la fruta del árbol de morro, también conocida como "huacal". Sin embargo, debido a la demora en el crecimiento de esta fruta, a veces debe sustituirla por sonajas ya elaboradas. Además de los chin chines, Javier elabora los Tot, sonajas que se ven en los carnavales de San Juan Chamula, caracterizadas por tener perforaciones alrededor.
En su emprendimiento, Javier cuenta con el apoyo de su familia, su esposa e hijos, quienes también participan en la elaboración de las sonajas. Cargando regularmente de 500 a 600 unidades, Javier explica que la producción es limitada, ya que algunos árboles dan solo de 20 a 50 morros. En ocasiones, se ve obligado a viajar hasta Salina Cruz, Oaxaca, para adquirir los morros necesarios antes de dirigirse al municipio chiapacorseño para ofrecer sus productos.
La elaboración de las sonajas implica lijar pieza por pieza, agregar semillas (balines o partes de platanillo) y adornarlas con listones. A pesar de la gran afluencia de personas durante la Fiesta Grande, Javier señala que las ventas no alcanzan niveles altos. A pesar de ello, mantiene la esperanza de vender todas sus creaciones y prepararse para el próximo año. Cada chin chin tiene un costo de $100 pesos, y Javier, con la música tradicional a todo volumen, se instala en el parque, esperando que la vibrante tradición continúe.
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