Enclavado entre la tradición y la naturaleza, el municipio de Berriozábal se viste de colores y festividad durante la tradicional "Lavada de Manteles", un festejo arraigado en la historia del pueblo que se lleva a cabo cada 22 de enero durante la Feria de San Sebastián, el santo patrono del pueblo.
La "Lavada de Manteles" es un emotivo recorrido donde mujeres con vestimenta tradicional de descendencia zoque, cargan bateas de madera por las calles de este municipio. Este antiguo ritual, heredado de la cultura zoque, tiene como punto de encuentro "la represa", el lugar donde nace el agua que abastece a toda la localidad. Aquí, las mujeres lavan los manteles del altar dedicado a San Sebastián, ofreciendo este gesto como una súplica al santo para que el agua nunca falte durante el año.
El padre José Roque Mazariegos, explicó que está festividad es en honor a San Sebastián Mártir, este acto del lavado es donde artesanos y pobladores agradecen por el trabajo con ofrendas propias del pueblo como hamacas.
Mujeres también acudieron a la iglesia para llevarse los manteles que son usados en la liturgia de la parroquia para ser bendecidos y posteriormente regresarlos, en donde Roque Mazariegos también les dio su bendición.
"La gente se identifica con San Sebastián Mártir, que fue un soldado romano que dio su vida por Cristo y que intercede por nosotros para que allá paz y todas las necesidades", abundó el padre.
Dionel Martínez López, fiscal de la feria de San Sebastián, explicó que desde el 11 de enero al 19 del mismo mes con los rezos al Santo Patrono, el día 20 se tiene la "comida grande" para toda la ciudadanía, ya con muchos años de antigüedad siendo la fiesta más importante del pueblo.
Vicenta Marroquín Jiménez, es una de las lavanderas de esta festividad, ya con 6 años de participar, que con mucha alegría y devoción asiste, este día únicamente se lavan los manteles de la iglesia en donde se encuentra el santo patrono.
María Penagos, otra de las participantes del lavado de manteles, es una de las más jóvenes, este es su 2do año de participando en donde la invitación fue abierta, siempre y cuando no se pierda el sentido de llevar correctamente las bateas, así como los hombres que danzan con el chin chin y la espada.
Los principales componentes para atender a la gente en este festejo es el curadito y la botana, así lo externo Martha Lidia, presidenta del lavado de manteles, quien este es el primer año que acude con el fiscal, pero como tradición no se ha perdido ningún año.
El cierre de la festividad implica el retorno de las "lavanderas" con los manteles limpios a la casa del nuevo fiscal, acompañadas de música de viento y la presencia de los parachicos. En este punto, se ofrece una oración para pedir por el agua, la salud y la continuidad de la tradición, asegurando que el próximo año la comunidad pueda disfrutar nuevamente de la fiesta del pueblo. La "Lavada de Manteles" no solo es un evento cultural, sino un testimonio vivo de la conexión entre la comunidad y sus raíces históricas.