Sumergido en el abandono, la violencia y la pobreza, es como se encuentra la cabecera municipal de Tila, Chiapas, donde apenas 10 personas de los más de 4 mil habitantes que tiene, permanecen en sus hogares resguardando el único patrimonio que han podido construir a lo largo de más de 50 años y que hoy viven bajo la amenaza de un grupo criminal.
En entrevista uno de los pobladores quien a pesar del miedo y la incertidumbre decidió quedarse en casa, relató que poco a poco la comida se ha ido escaseando, las tiendas de abarrotes están cerradas, por lo que hasta ahora nadie les ha brindado ayuda para sobrevivir tras la ola de violencia que vivieron durante casi cinco días.
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“Bueno yo me decidí quedar porque no puedo estar en otro lugar, ósea yo como tengo mi casita y todo eso, estar en otro lugar no es lo mismo (…) Yo por eso no salí, porque primero tengo mis animales y todo eso (…) Y no tengo porque salir, porque como no me meto en problemas”, detalló.
El adulto mayor con voz desesperada señaló que una casa elaborada de concreto es el único patrimonio que pudo construir con la ayuda de su esposa y hoy no quiere perderlo, pues fuerza y dinero es lo que menos tienen para reiniciar su vida en otro sitio, por ello pidió que “vuelva la tranquilidad como antes, vivir en paz es lo que queremos”.
A pesar de que los elementos del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la Policía Estatal realizaron la limpieza de las calles y el retiro de algunos vehículos incendiados, aún permanecen las evidencias de aquel ataque perpetrado por Los Autónomos, pues hay viviendas convertidas en cenizas y algunos casquillos percutidos.
En tanto la zona centro del municipio, los comercios lucen cerrados y las calles desoladas, mientras que en la iglesia del señor de Tila no hay presencia de ningún turista, los edificios gubernamentales están vandalizados y todo aquello que un día fue próspero, hoy se reduce a un escenario de guerra.
Otro de los pobladores lamentó que desde hace nueve años les quitaron el privilegio de poder elegir a sus autoridades, ya que desde 2015, fecha en la se registró un ataque y que acabó con el bienestar de sus habitantes, pues a partir de ahí iniciaron las ejecuciones y la decadencia de la población.
“Sin embargo hoy podemos decir que se ven las consecuencias de un gobierno fallido, porque hay que reconocer que el Presidente Municipal actual lleva 21 años en el poder, por lo cual toda esta violencia que se suscita en Tila es de un abandono de 10 años, 10 años llevamos sin infraestructura, sin seguridad, sin bienestar, prácticamente desde hace 10 años nosotros estamos abandonados”, precisó el entrevistado.
Por su parte el Ejército Mexicano instaló en las instalaciones del Colegio de Bachilleres, un centro de atención para la población, donde ofrece servicios médicos, corte de cabello, estudios de mastografía, así como la distribución de despensas, sin embargo, la población que aún permanece en el pueblo no acude por temor a ser víctimas de los delincuentes.