La Gloria es una comunidades indígena asentada en el municipio de La Trinitaria, sus habitantes unos mil 900 personas, llegaron en la década de los 80 procedentes de Guatemala, su lengua materna es el akateko y no está reconocida en la Constitución Política del Estado de Chiapas, de ahí es originaria la joven Juli Lisbeth Andrés Francisco, que ha cursado sus estudios en la Escuela Normal Indígena Intercultural Bilingüe "Jacinto Canek", pero ahora el sistema educativo lo rechaza para ser beneficiada con una plaza.
Con una mochila al hombro llegó a Tuxtla Gutiérrez con la finalidad de encontrar soluciones, producto de las negociaciones con el magisterio de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se comprometió a que egresados de esta institución y de la Escuela Normal Rural Mactumactzá, tendrían plazas automáticas, esto no ha sido posible para la joven Andrés Francisco por su lengua materna akateko.
Para poder ingresar a la lista de espera de jóvenes indígenas con derecho a una plaza en el sistema bilingüe, necesitan inscribirse en la plataforma de la Secretaría de Educación Pública y Secretaría de Educación del estado de Chiapas, sin embargo, al escribir el nombre de su lengua materna automáticamente es rechazada.
La Constitución Política del Estado de Chiapas reconoce a las lenguas ch'ol, tseltal, tsotsil, zoque, tojolabal, mame, maya lacandón, mocho, jacalteco, chuj, kanjobal y kaqchikel, pero no así al "akateko", y esa es la razón por la que la joven que se ha esforzado en sus estudios y sueñe con alcanzar una plaza se le niegue ese derecho.
Cuenta que en las comunidades indígenas hace falta trabajadores de la educación bilingües en todas las lenguas maternas, hay localidades indígenas pertenecientes a un grupo lingüístico que son atendidos por docentes que pertenecen a otro, es común en Chiapas, en mi misma comunidad La Gloria hace falta, expuso.
Las mismas autoridades han fomentado el estudio y la investigación principalmente en tseltal, tsotsil y zoque, donde existe la mayor literatura indígena, luego en cho'l y tojolabal, los considerados cinco grupos mayoritarios, no así en los siete restantes considerados minoritarios pero tan vivos y tan presentes, y por supuesto el akateko que no lo reconocen y que no está visible y que no cuenta, expuso.
Dijo que en el proceso de registro en la plataforma virtual no hay acceso para ella en este ciclo 2020-2021, cuenta que las autoridades han sido tajantes con ella, no hay maestros akatekos, no hay más comunidades con esta lengua materna y por hay posibilidades de inclusión, lo que considera un rechazo por parte del Estado Mexicano por ser indígena.
Narró que sí desea trabajar, que sueña con aportar sus conocimientos adquiridos en las aulas en la institución educativa ubicada en el municipio indígena de Zinacantán en los Altos de Chiapas, pero lamenta que el mismo sistema educativo sea excluyente, primero porque es el mismo Estado Mexicano el que no reconoce su lengua materna.
"Estoy a la espera de que haya algo, me siento muy triste, las autoridades me dicen que no es posible, pero creo que debe haber esa posibilidad, se trata de derechos por ser mexicana, por vivir en Chiapas y por tener aspiraciones de una vida digna, ya no deben ser tiempos de exclusión, una cosa son los discursos y otra la práctica".
Juli Lisbeth Andrés Francisco sostiene que hace falta hacer realidad en los hechos la justicia social que corresponde a los pueblos originarios de Chiapas, este escenario es una muestra, también es una evidencia de que falta fortalecer a las lenguas maternas, como los procesos formativos de los docentes y sobre todo, asignar a los comunidades que les corresponda, donde haya compatibilidad en la lengua de las localidades con el docente bilingüe, puntualizó.