Perla, es hondureña, lleva viviendo en Tapachula más de cinco años y para poder sacar adelante a sus hijos se desempeña como sexoservidora en las calles de la ciudad.
La mujer, narró a esta casa editorial que teme por su vida, ya que la situación en las avenidas de la “Perla del Soconusco” han empeorado y las agresiones de los clientes han incrementado, pero no les queda de otra que aguantar.
La fémina con el rostro casado, esperando que llegue en cliente, explico que la mayoría de las agresiones ocurren cuando se cobra el servicio al cliente, debido a que algunos hombres o mujeres llegan tomados y sin dinero para pagar el trabajo que realizan.
Señaló, que la policía municipal en lugar de brindarles ayuda o seguridad, únicamente les quitan el dinero que sacan del trabajo que hacen para llevar el sustento a sus hogares, porque la mayoría son madres solteras.
Por su parte, Priscila, mencionó que las mayorías de las mujeres que se prostituyen en la ciudad sufren discriminación, golpes, abuso sexual y amenazas de muerte de parte de sus clientes.
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Contó, que ella ya pasó una mala experiencia, porque un cliente la citó para un evento y le prometió pagar mil 500 por hora, pero cuando llegó; el hombre cerró la puerta para abusar de ella y después la sacó del pelo sin darle un solo peso.
“Nosotras tenemos miedo que algún día un hombre nos de un mal golpe y nos deje muertas, más con los incrementos de las agresiones que se viven a diario en las calles de Tapachula”, expresó
Detalló, que otra de sus compañeras fue a un hotel de la ciudad y entro la habitación 23 y el cliente la golpeó hasta dejarla inconsciente con tal de no pagarle su servicio.
La mujer reveló que el 80 por ciento de las mujeres que se prostituyen en la ciudad son extrajeras y que los cobros van de 200 a mas 2,000 según el rango de la chica.
Priscila, destacó que la única organización que les brinda y se preocupa de su salud es la organización Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez”, ya que departe de las autoridades no tiene ningún tipo de ayuda.