En el municipio de Venustiano Carranza se encuentra uno de los escultores conocidos de la región de los Llanos, Sergio Aquino Fuentes, quien a raíz de la pandemia comenzó a crear esculturas con plastilina epóxica. La primera pieza que lo viralizó fue la elaboración de un carrerante, lo que detonó su negocio y demostró su arte, a través de una publicación de su esposa.
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Aquino Fuentes desde pequeño recuerda que mataba el tiempo con la plastilina para pasar el momento mientras su mamá se encontraba muy enferma de cáncer y junto a su hermano hacían soldados y personas, pero era un juego, lo que le ayudó a ir mejorando con el tiempo y convertirse en un artista.
"Son figuras elaboradas con plastilina epóxica y por dentro consta de metal, por lo que se le llama alma de acero (...) la pieza más grande que he hecho fue hace 5 meses aproximadamente, es un gallero conocido en Venustiano Carranza, la pieza media 80 centímetros", explicó.
Con el alambre le da forma a la pieza, posteriormente lo rellena de papel aluminio y combina la plastilina epóxica dividida en A y B. Al combinarla, puede moldear. Después utiliza una plasticera, la cual es combinada con parafina y cera de abeja, lo que provoca dureza en la pieza.
Cabe resaltar que para sus herramientas de trabajo ha ido adecuando algunas partes como la punta de un compás, de un cutter, de un desarmador, así como materiales odontológicos que le sirven para dar detalles a las piezas.
Cada pieza requiere su tiempo; esa creación que ha sido la más grande le llevó cerca de 2 meses, mientras que una pieza pequeña le lleva de 15 a 20 días, dedicándole al día cerca de 6 horas, dándose descanso para ver los detalles de la pieza, así como lo hace por partes para que no se seque rápido, ya que tiene que ser hábil, pues la pieza se endurece. "Cuando trabajas te da visualidad de lo que haces, pero si lo dejas un rato ves los errores y así detallas más, aunque debo ser rápido con las manos porque si no se pone duro y ya no deja moldearlo", indicó el artista.
El trabajo más costoso, aseguró, es la pintura, pues combinar los colores y darle tono a las piezas. Por ello, ejemplificó la pieza del maestro Manuel del Carmen Vleeschower Borraz, un marimbista conocido en el municipio, costándole dar el tono de piel.
Y es que no solo usa la plastilina epóxica, sino que también ha usado barro, yeso, como en el acueducto de Carranza, el cual realizó en yeso. "He hecho más piezas en yeso, pero esas me piden no compartirlas, son piezas privadas", abundó Aquino.
Cada pieza de aproximadamente 13 centímetros tiene un costo base de mil 200 pesos; ya conforme vayan surgiendo más detalles o cambie el tamaño de la pieza, se aumenta el costo. Aquino asegura que lo que comenzó como un pasatiempo se concretó en un negocio.
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