“La Coyota” es un monumento de madera de poco más de 3 metros de altura con su cachorro a un costado, fue instalada en 2019 a un lado de donde pasaban las vías ferroviarias del tren que en su tiempo fue considerado como “el gusano de acero”, en el que miles de migrantes viajaban sobre él hasta antes del huracán Stan, en el año 2005.
Esta obra es considerada por su creador el artista plástico Libre Gutiérrez, como un homenaje a los migrantes que refleja simbólicamente a los miles de hombres y mujeres migrantes que arriban a México empujados por la violencia y persecución en su país por lo que también la denomina “La transportadora”, que lleva en su lomo además de su cuerpo las casitas e indicaciones de los distintos puntos fronterizos de los pueblos a los que los migrantes tendrán que llegar o pasar”.
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A dos años de haberse creado este monumento este fin de semana ha comenzado su restauración por gente activista, pintando, reforzando, lijando y destacando toda la información para darle más visibilidad.
De acuerdo a lo dicho por su creador esta escultura se realizó bajo el financiamiento de la asociación Sin Fronteras, con la participación de personas migrantes de varias nacionalidades, por lo que luego de dos años a la intemperie se optó por realizar su restauración.
Mencionó que entre la restauración que se realiza se remarca la información que se tiene ella, toda esta necesaria para los migrantes entre las que destacan los diferentes albergues, trámites e instituciones a dónde acudir; todos ellos escritos en diferentes partes de este monumento, ya que sirven en algún momento, para que los migrantes recién llegados a Tapachula tengan una orientación rápida del contexto migratorio.
Finalmente el artista y también arquitecto indicó que con esta pieza busca abonar a mantener informada a la comunidad migrante en la región; obra que incluso puede ser modificada en su contenido a manera de ser parte de un proyecto mucho más grande.