Copainalá.- Las Prioras, un grupo de mujeres llevando flores con canastos en sus cabeza y con más de cuatro horas de camino, entre veredas, subidas y bajadas, habitantes de Zacalapa realizan una procesión hacia este municipio, a visitar a la Virgen Cunduacán o de La Candelaria.
Los hombres y mujeres llevan con ellas su reliquia de flores y hoja de pimienta para depositarlos en los altares y hacer cambio de flores que se hace en el recorrido por las iglesias y casas de los mayordomos zoques, donde el joven Walter García, de Zacalapa y representante del grupo, agradece la llegada de Las Prioras.
Esta procesión lleva acabó más de un siglo desde la llegada de los españoles, donde habitantes de Coapilla llegan a recibirlos a la altura de la Laguna Verde o Laguna Encantada, realizando un encuentro religioso, oraciones, cantos, rezos y al ritmo de los tambores y una flauta de carrizo, descansan, toman la bebida de los dioses, el chocolate con pan y tamales que es llevado por la encargada de recibirlos.
Posteriormente se realizó el recorrido con cohetes, música autóctona de tambor y flauta por las calles principales y las iglesias de los barrios para dejar sus ofrendas de flores de mayo que son recibidos por un comité y ofreciéndoles pan y café, ahí mismo es recogida las flores marchitadas y colocándoles las nuevas que ellos trajeron.
Llegando el atardecer se dirigen a la Laguna Encantada para arrojar los pétalos de flores para pedir que en esta temporada de lluvia que se aproxima que la laguna no se desborde, porque el pueblo de Zacalapa podría ser desaparecido ya que está comunidad se encuentra debajo de ella.
Finalmente se dirigen hacia la casa de la Mayordomo para repartir reliquia para los visitantes, así como a las personas que acompañaron durante el recorrido, a su vez también es repartido tamales y bebida