Una grieta localizada en la parte media de la laguna Metzabok, podría ser una de las causas que contribuyeron a la desecación de ese cuerpo de agua localizado dentro de la Selva Lacandona, explicó personal de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Arturo Chorley Sánchez, encargado del Departamento de Geomática de la región frontera sur de esa comisión, explicó que dicha grieta fue detectada durante los trabajos de monitoreo y supervisión que especialistas realizan en la zona.
La cavidad tiene una profundidad aproximada de un metro y una longitud de dos metros, por donde posiblemente se pudo haber filtrado parte del agua que contenía dicha laguna, mencionó el especialista.
Al ser una zona donde predominan suelos kársticos no se puede tomar como única evidencia ese suceso, pues una de las características de ese tipo de tierra es que con la falta de humedad se forman líneas agrietadas.
Por ello, dijo, se hacen otros estudios pertinentes en esa zona para dar con las verdaderas causas de ese fenómeno que comenzó en el mes de mayo pero que se hizo más evidente a mediados de agosto.
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Una de los factores que se mencionó desde el inicio y que fue la primera línea de investigación, tiene que ver con el déficit de lluvias que se han registrado en la entidad en los últimos tres años, sin embargo con la presencia de dicha grieta se amplían las posibles causas de la desecación de esa laguna que comprende 85 hectáreas.
“Lo ideal es identificar la problemática y una vez identificada pues ya se tomarían las medidas de conservación y de mantener el lugar para la flora y fauna del sitio” mencionó.
En la elaboración de los estudio, mencionó Chorley Sánchez, participan especialistas en Geología e hidrogeología de la Universidad Autónoma de México (UNAM) quienes en conjunto investigan el el fenómeno.
A través de fotogrametría los expertos calcularon que en esa extensión de 85 hectáreas se perdieron aproximadamente once millones 777 mil 577 metros cúbicos de agua, lo que equivale a 11 mil 777 millones 577 mil litros.
“Para que se den una idea de cuál fue la extensión del cuerpo de agua que se secó, imagínense el cuadrante del centro de Tuxtla que abarca de la quinta poniente a la quinta oriente y de la quinta sur a la quinta norte, eso abarca las 87 hectáreas” mencionó.
Arturo Chorley Sánchez precisó que con las lluvias que se registraron durante el mes de septiembre la parte baja de la laguna comenzó a captar agua y se tiene la esperanza que con las lluvias de los meses de octubre, noviembre y diciembre se pueda obtener, por lo menos en esa parte, una considerable recuperación.
“Ha sido una extensión de aproximadamente cinco hectáreas las que ha captado agua con una profundidad de un metro, aunque ya en toda laguna ha habido una mayor humedad, así lo detectan las imágenes satelitales” mencionó.
Se calcula que en esas cinco hectáreas se ha logrado captar por lo menos 444 mil 282 litros de agua, sin que se haya dado algún tipo de intervención ajena a la natural, indicó el especialista.
“Estamos esperando que el nivel del agua llegue hasta donde se ha detectado la grieta para que a partir de ahí se pueda definir si esa es la causa de que la laguna metzabok se haya desecado o definitivamente ha sido por factores hidrometeorológicos” añadió Chorley Sánchez.