Las instalaciones contaban con 36 locales comerciales, estacionamiento, pérgolas, áreas de regaderas, andadores, hamaqueros, jardinería, banquetas, plazoleta, entre otros
¿Qué hace un par de policías a bordo de una patrulla municipal en la Plaza Madero? Cuidan el polvo y la ceniza, señalan pobladores aledaños a este complejo que permanece en ruinas en Puerto Madero.
El complejo anunciado por el exgobernador Manuel Velasco Coello como un proyecto que detonaría la economía de las familias dedicadas al comercio restaurantero de esta comunidad fue devorado por las extensas llamas el pasado 17 de enero, sin que hasta ahora el Ayuntamiento de Tapachula tenga noción íntegra de qué pasará con el lugar, si será rehabilitado o permanecerá como hasta entonces, en el olvido.
Desde enero, los escombros siguen intactos con una veintena de locales coloreados en negro y gris por el fuego que acabó con todo a su paso y dejó a la deriva a los dueños de restaurantes que dependían de esta actividad turística y gastronómica.
Los afectados, entretenidos por la alcaldía de Tapachula que pronto y pronto y pronto habrá una solución a sus demandas de reparación del inmueble han señalado a Diario del Sur de manera anónima y por temor a represalias, que nada ha cambiado desde el día del incendio.
“El 11 de marzo vino la presidenta sustituta de Tapachula a prometer que se rehabilitaría esta plaza, pero no hay avances y todo es pura promesa, nada más vinieron a tomarse la foto”, señaló Eréndira N, una de las propietarias de las palapas en Puerto Madero.
El sitio sigue con los escombros tal y como quedaron el día del siniestro, con enormes trozos de madera quemada, registros de luz abiertos y paredes que quizá y al menor movimiento se pueden venir abajo y lesionar a curiosos que deambulen por el lugar.
Aunado a esto, los bancos de ceniza que se forman debido a los vientos del mar perjudican a habitantes que viven de manera frontal a este complejo, propiciando malestares respiratorios.
Según el gobierno municipal, la visita a la Plaza Madero obedeció al inicio del diagnóstico y la integración del expediente técnico del alcance financiero que hasta tres meses después sólo sigue en promesa sin cumplir.
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