La Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes establece en el artículo 84 que en ningún caso los niños o niñas podrán ser detenidos, retenidos o privados de su libertad; por lo que tienen que ser remitidos en albergues y lugares que garanticen su seguridad y una atención integral.
Sin embargo, de acuerdo a organizaciones defensoras de migrantes, tan solo en el mes de febrero de 2021 fueron asegurados por el Instituto Nacional de Migración más de 250 niños migrantes, principalmente de países como Honduras, El Salvador y Guatemala y deportados a sus países de origen.
El visitador general de migrantes de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Ángel Milton Ordóñez Rodríguez, estimó que 6 de cada 10 migrantes que ingresan a territorio mexicano son niños y adolescentes, por ello, durante los últimos meses, el número de aseguramientos se ha incrementado.
Dijo que ahora es el DIF Nacional la encargada de analizar la repatriación de los niños, niñas y adolescentes a sus países de origen, en donde se toman en cuenta diversos factores, principalmente, el riesgo que implica regresarlos a sus países, donde salieron huyendo a causa de la violencia.
Asimismo, sectores pertenecientes a la Organización de las Naciones Unidas, como la UNICEF, la OIM, y la ACNUR, han colaborado íntimamente con las autoridades mexicanas, para brindarle la atención de los niños y adolescentes con sus familias, evitando prioritariamente que sean separados del núcleo familiar.
Aunque en cifras del 2019, de enero a mayo, es decir contemplando la segunda caravana migrante que entró por la frontera sur de Chiapas, el Instituto Nacional de Migración registró la entrada de 76 mil 944 migrantes, de los cuales 22 mil 263 fueron niñas, niños y adolescentes, es decir 29 por ciento de ellos.
Pero una vez que las caravanas se frenaron, debido en gran parte por la pandemia del COVID-19, el número de niñas, niños y adolescentes no acompañados, son muy pocos, sin embargo, están atentos a cualquier petición que se haga por parte de los organismos.
Recordó que la mayoría de los niños y adolescentes que cruzan la frontera sur de México bajo una situación migratoria irregular lo hacen para huir de la pobreza y violencia que existe en su país de origen, y es donde las autoridades mexicanas se encargan de hacer una evaluación de sus necesidades específicas y canalizarlos a albergues en donde puedan ser recibidos e incluso buscar reunificarlos con sus familiares en caso de que no se encuentren acompañados.
Puntualizó que la atención de niños migrantes debe ser una de los principales enfoques de las autoridades mexicanas, realizando diversos protocolos para apoyarlos en la salvaguarda de sus derechos.