Organizaciones de América Latina se reúnen en San Cristóbal para discutir el trabajo infantil

Organizaciones de México y Centroamérica se reunieron en San Cristóbal para coordinar acciones contra el trabajo infantil

Gilberto Morales / El Heraldo de Chiapas

  · viernes 8 de noviembre de 2024

Durante la reunión, compartieron experiencias y buenas prácticas entre institutos de estadísticas de datos sobre trabajo infantil / Foto: Gilberto Morales / El Heraldo de Chiapas

Representantes de diferentes organizaciones de Centroamérica, del Caribe y México se reunieron en San Cristóbal de las Casas para discutir el tema sobre el trabajo infantil, trabajo forzoso y trata de personas. Durante el encuentro, compartieron experiencias y buenas prácticas entre instituciones de estadísticas para la generación de datos sobre el trabajo infantil. Estarán trabajando en beneficio de la comunidad infantil. El acto se llevó a cabo en un conocido hotel del centro de la ciudad de San Cristóbal.

Durante la reunión, compartieron experiencias y buenas prácticas entre institutos de estadísticas de datos sobre trabajo infantil en los países de Centroamérica, el Caribe y México. Dijeron que en este encuentro el objetivo es conformar un mecanismo de coordinación entre los representantes de México, Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador, quienes intercambiaron información acerca de los instrumentos y buenas prácticas en materia de medición del trabajo infantil, trabajo forzoso y trata de personas. Durante varias horas, permanecieron discutiendo el tema señalado.

Lo anterior, según Antonio Benavides Castellanos, coordinador nacional del proyecto **AccionNNAr** de la OIT en México, quien en entrevista explicó que este evento fue organizado por dicho proyecto e implementado por la OIT en México y que es financiado por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos (USDL, por sus siglas en inglés). El objetivo principal de **AccionNNAr** es incrementar las capacidades de los gobiernos para erradicar y combatir el trabajo infantil, el trabajo forzoso y la trata de personas, y que tiene intervenciones a nivel federal y estatal en Yucatán, Quintana Roo y Chiapas. Además, también tiene actividades que involucran a los países del norte de Centroamérica: Belice, Honduras, Guatemala y El Salvador.

“El trabajo infantil es una problemática que tenemos que atender de forma integral. El trabajo infantil no es un tema de asistencia social de apoyo a las niñas, niños y adolescentes, y a las familias que están en esta situación. Es importante mencionar que el mito del trabajo infantil es que las familias o las niñas y los niños tienen una aportación económica al núcleo familiar. Está comprobado que casi un 80% de esta actividad no recibe un salario o recibe menos de un salario mínimo por realizar actividades. Es por eso que tenemos que trabajar en este cambio cultural. Hoy nos encontramos aquí, en San Cristóbal de las Casas, reunidos con los institutos nacionales de estadística de México, El Salvador, Honduras, Belice y Guatemala, para hablar de cómo estos institutos estadísticos pueden intercambiar información y buenas prácticas sobre la medición del trabajo infantil. Esta misión de trabajo infantil nos va a ayudar a poder detectar dónde está sucediendo y generar políticas públicas para atenderla”, indicó.

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Indicó que, cuando los menores tienen esta actividad con personas que no son los padres y que pertenecen a una red de trata de personas, entonces ya se habla de un delito, y en ese caso deben actuar las fiscalías y las procuradurías de protección de menores. “La persecución del trabajo infantil es una situación que se debe atender desde la familia, sobre todo buscando siempre la inserción escolar de niñas, niños y adolescentes. La escolaridad, que cumplan con su ciclo escolar obligatorio, es la principal acción que podemos hacer por la comunidad infantil”.

“Las niñas, niños y adolescentes no pueden estar trabajando. Por eso, hay que ver la problemática que tienen y ayudar a la familia, ayudar a que vayan a la escuela. Muchas veces, el aspecto de los usos y costumbres influye. Si bien puede ser así, tenemos que reconocer todo lo que vulnera los derechos humanos. Hay niñas y niños cuyos patrones los mandan a trabajar, y en eso hay que actuar si son menores de 15 años. Cuando hablamos de adolescentes de entre 15 y 17 años de edad, está permitido que trabajen, pero también hay que ver cómo los tratan”, concluyó.

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