Según el Inegi, Tapachula sigue siendo de las ciudades más inseguras del país
La seguridad, ha sido un tema sin atención en Tapachula, ya que las autoridades municipales no han tenido la capacidad para garantizar este derecho a la población, ya que en plena pandemia del Covid-19, la población ha sido víctimas de delincuentes que operan de manera impone en la colonias.
Y es que de acuerdo al más reciente informe Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Tapachula sigue siendo de las ciudades más inseguras del país, y es que se identificó una mayor percepción ciudadana de delincuencia con 91.3 por ciento, principalmente robos, extorsiones, secuestros, fraudes, entre otros ilícitos.
Estos datos no son ajenos a la realidad, y es que de manera añeja familias que viven en colonias del suroriente han sufrido por la ola de inseguridad, entre ella se encuentran, Benito Juárez, Indeco, Morelos, 11 de Septiembre, Calcáneo Beltrán, Emiliano Zapata, entre otras, y es que las familias están siendo acechados por los delincuentes, quienes mantienen asolados a los habitantes ante la falta de atención de las autoridades municipales.
Los habitantes se sienten defraudados, toda vez que, la presidente Rosa Irene Urbina Castañeda se comprometió a reforzar la seguridad en las colonias del suroriente, pero solo los engañó, ya que en los meses que lleva al frente del Ayuntamiento, no ha implementado una estrategia para atender el tema delictivo.
En representación de los habitantes de la colonia Benito Juárez, Xóchil Marroquín Madrid, afirmó que en diversas ocasiones han solicitado a las autoridades municipales el reforzamiento de la seguridad, sin embargo, esta petición no ha sido atendida, lo que ha propiciado el incremento del índice delictivo.
Dijo, que la Policía Municipal y demás corporaciones policíacas no han hecho nada para frenar la ola delictiva, y aunque han solicitado la atención a través de oficios patrullajes, no han sido escuchados por la alcaldesa Rosa Irene Urbina.
Aunado a la falta de patrullajes, está la carencia de alumbrado público, ya que por las noches, las calles de la mayoría de las colonias del suroriente se encuentran en penumbras, lo que aumenta los riesgos de robos y asaltos.
"Yo fui víctima de la delincuencia hace algunos días, apenas a unos metros afuera de mi casa, ya que me dirigía hace el mercado a comprar la comida del día, la verdad que es triste que la ciudad cada vez sea más insegura, porque ya no podemos salir tranquilamente", abundó.
La entrevistada puntualizó, que sus vecinos llamaron al 911 para pedir el apoyo a la policía municipal, pero los elementos tardaron más de una hora en acudir al lugar de los hechos, cuyo tiempo de respuesta da lugar a que los delincuentes huyan, por lo que hay personas que mejor optan por mejor reportar los ilícitos.