La mesa de conciliación donde se trata uno a uno los casos de los presos políticos que piden su libertad en Chiapas, según el Fiscal General del Estado, Jorge Luis Llaven Abarca, no avanza, por el contrario, se incrementó la condena a los hermanos López Montejo a 75 años para cada uno, dio a conocer el Centro de Derecho Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) luego de afirmar que interpondrá una apelación, junto con los defensores de oficio.
En una visita que realizaron a los presos que se encuentran en plantón y ayuno en el Centro de Reinserción Social para Sentenciados número 5 (Cerss), dijeron que corroboraron la situación que han denunciado constantemente mediante cartas escritas a mano, sobre la presión que hace el director de ese lugar, José Javier Sánchez Ríos y la jueza, Guadalupe Flores Rocha, para que levanten su campamento.
“El director y la jueza nos han estado amenazando de que, si no regresamos abajo con los demás, no van a retomar nuestros casos, ahora tienen la puerta del baño cerrada, no permitieron a nuestros familiares pasarnos frutas, no nos han traído agua, no quieren que ejerzamos nuestro derecho a manifestarnos pacíficamente”.
Asimismo, dijeron que las autoridades han descargado su furia en contra de ellos, ya que Abraham y Germán López Montejo recibieron sentencia después de protestar con la huelga de hambre; lejos de que el tribunal diera una sentencia absolutoria, los hundió más.
Contaron que temen se cumplan las amenazas de desalojo de su campamento, pero advirtieron que no van a dejar de luchar y protestar, ya que las autoridades les han dicho que no trabajan bajo presión, “pero de todas formas no trabajan, no hacen nada”.
“Es indignante, porque a el derecho a la libertad de expresión y manifestación, por decir la verdad y no callar, las acciones que tienen las autoridades es de quererlos callar, controlar y dispersar”, expresaron.