Ocozocoautla.- Disfrazados de zombies, vampiros,momias y de diversos personajes terroríficos, niños de estalocalidad en compañía de sus padres recorrieron las viviendas delmunicipio para pedir los restos del adorno de los altares, en laque se conoce como petición de sobrita de alma o calabacitatía.
Una vez retornando de los panteones, las familiascoitecas comienzan a recoger los productos colocados en los altarespara repartir entre sus parientes, aunque guardan dulces y frituraspara esperar la presencia de los niños que llegan a pedir lassobritas de las almas.
Entre las 6 de la tarde y 9 de la noche, las callesde la localidad se convierten en un desfile de niños disfrazadoscon vestimentas creativas, sin que falten en los disfraces suscanastos o bolsas para recolectar lo que las personas les den.
Con canticos en las puertas de los hogares, lospequeños aguardan la respuesta de la dueña o el dueño, ansiosospor que les entreguen los dulces o frutas del altar, pues una vezrepartidos los productos, no faltan el grito unísono “que vivala tía”, que es como agradecen el reparto de artículos.
Sin embargo no en todas las casas preparan la llegadade los niños o bien simplemente no tienen la costumbre de colocaraltar, por lo que propietarios terminan disculpándose con losniños al no poderles otorgar nada, y el grito de los pequeñoscambia a “que muera la tía”, como parte de la tradición.
Tras largos recorridos de casa en casa, los pequeñoslogran recaudar dulces como paletas, chicharrines, palomitas,caramelos, así como frutas tales como mandarinas, naranjas,cañas, plátano y si bien les va, pueden terminar con tamales, odulces típicos de las fiestas.