Huixtla.- Más de 15 años de vivir, a la espera de una vivienda digna, sobre las márgenes de las vías del ferrocarril, más de 30 familias, están prácticamente marginados por los tres niveles de gobierno, niños viven esperando regalos para este miércoles 6 de enero, muchos hasta desconocen de los llamados Reyes Magos, otro año más sin recibir regalos, para ellos estar sobre el suelo es alegría.
La señora, Gloria N, de 39 años de edad, informó que anteriormente antes del huracán Stan, ella vivía en la colonia, la flor, márgenes del río Huixtla, pero tras llegar el censo de las viviendas donada por el gobierno federal, ella y otras familias quedaron fuera de los programas de vivienda, por ello comenzaron a buscar donde refugiarse ya que las rentas en ese entonces estaban elevadas los costos.
Por lo que indicó que así es como llegaron a vivir en márgenes de las vías del ferrocarril, frente a la colonia, El Relicario, y junto a los lineamientos de los terrenos cerca de la unidad deportiva, donde actualmente ya están siendo lotificados, y ellos por ser gentes de bajos recursos no han podido adquirir un patio.
La pobreza extrema, se ve reflejada en los rostros de las familias que ahí habitan casi sin los derechos a los servicios público debido que prácticamente viven de manera irregular, solo cuentan con un permiso que les ha emitido la empresa ferrocarrilera, y en la que también se ha deslindado por cualquier accidente que ocurra durante el paso del tren sobre ese sector, pues los riesgos han sido que en caso que la máquina de acero se descarrile pueda ocasionar una tragedia, ya que las humildes y pequeñas casas construidas de madera y lámina están a escaso cuatro y cinco metros fuera de la red ferroviaria.
La señora, Gloria, ve con tristeza jugar a los niños sobre las vías de acero, otros en las márgenes, no saben de las festividades del 6 de enero, pues de los más de 15 años que llevan viviendo aquí, ninguna generación de pequeños han recibido un juguete, y así ha venido siempre, todos nomas escuchas los ruidos del paso del tren y tienen que salir corriendo porque es lo que les han enseñado, pero nunca han podido tener un buen carrito en mano para poder jugar y esa ha conmovido a estas familias.
Agregó en esa periferia de las vías férreas, únicamente son visitados en tiempo de campaña política, para pedir el voto e incluso hasta les ofrecen transporte para trasladarlas a la urnas, después han quedado en el olvido bajo el argumento que viven de manera irregular, además nunca les han ofrecido una vivienda diga, y menos que lleven a repartir juguetes u una rosca de reyes para los infantes, ningún nivel de gobierno o asociación civil, viven marginados.