En condiciones deplorables mantienen autoridades locales el Estadio Cafetaleros, que algún día fue el recinto deportivo más importante de la frontera sur.
Desde la salida del equipo de Tapachula, el deterioro en que se mantiene este complejo deportivo con capacidad para 20 mil personas es inminente.
El lugar luce desolado, con el pasto crecido que hacen las bancas donde algún día descansaron jugadores y cuerpo técnico, se muestren casi cubiertas porque estos matorrales.
Mientras que las bancas para los aficionados han perdido su color debido al sol y la lluvia que han provocado su deterioro, sin que se les brinde mantenimiento.
La estructura, el “plato” principal que cubre las bases de las gradas, también presenta grietas grandes que ponen en riesgo a quienes por allí caminen o lleguen con vehículos a aprender a manejar.
El complejo lleva más de un año abandonado, convertido en refugio para parejas en la noche que se pierden en la oscuridad del lugar.
En la parte baja, oficinas, cuartos y espacios que alguna vez sirvieron como puntos de atención médica o social, están repletos de basura y escombros que anidan a animales ponzoñosos.
En la bases que sostienen gran parte de la estructura, la humedad ha provocado ya deterioro, incluso se observan largas líneas del material con que fue construido que han comenzado a caer.
Compete a las autoridades locales brindas mantenimiento a este sitio deportivo, también implementar algún plan de rescate de la mano con autoridades estatales, para aprovecharlo y dar un espacio de esparcimiento a jóvenes de Tapachula y municipios de la región Soconusco.