En la zona centro de Ocozocoautla , uno de los nacimientos más grandes y cautivadores ha tomado vida gracias a la dedicación de Genoveva Leyva Mejía, conocida cariñosamente como Doña Genito. Con 38 años de tradición, Doña Genito ha convertido la llegada de la Navidad en un evento extraordinario desde los primeros días de diciembre.
Cada año, Doña Genito invierte alrededor de 15 días para sorprender a amigos y familiares con su asombroso nacimiento. Lo que comenzó como una modesta villita debajo del árbol, usando juguetes de su primera hija, ha evolucionado en una exhibición que abarca pequeños pueblos, diversas etnias, orígenes y ecosistemas de todo el planeta.
En una entrevista exclusiva, Doña Genito compartió que la inspiración para su nacimiento proviene de su madre y que, inicialmente, la tradición comenzó con unos pocos personajes esenciales: María, José, el Niño Jesús, los Reyes Magos y algunos animales de granja. Sin embargo, con el tiempo, la exhibición ha crecido hasta incluir bosques, selvas, nieve y representaciones detalladas de regiones variadas.
El patio de Doña Genito, aunque decorado con meticulosidad, se ha quedado pequeño para albergar su creciente creación, que ahora es un espectáculo digno de admirar. Su esposo ha sido un apoyo esencial en este proyecto, ayudándola en la construcción y ofreciendo opiniones valiosas. Sus hijas también colaboran, aunque Doña Genito prefiere trabajar en los detalles sola para asegurarse de que cada elemento refleje su gusto personal.
Uno de los aspectos notables de esta construcción es el uso extenso de materiales reciclados, como cajas, unicel, plástico y viruta de árboles. "Este año coloqué la viruta de un pino que se me cayó en el terrenito. Hicimos con la madera un pequeño mueble y utilicé la viruta para pintarla de verde y simular el pasto en la zona selvática", comentó Doña Genito.
La dedicación de Doña Genito no solo ha creado una tradición familiar sino que también ha dejado una impresión duradera en sus nietas, quienes ahora participan activamente en la construcción del nacimiento. Esta exhibición no solo celebra la Navidad, sino que también sirve como un legado familiar, transmitiendo el espíritu navideño a las generaciones futuras.
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