Hace aproximadamente 27 años en San Cristóbal de Las Casas, se empezaron a escuchar disparos de armas de fuego al aire; los disparos provenían de la zona de los cerros, en el norte de San Cristóbal; nadie en la ciudad sabía de qué se trataba y no imaginaban lo que se les vendría encima; se trataba de los llamados “Motonetos”, un grupo que pasó de “combatir la delincuencia” a formar parte de ella.
“Los motonetos originalmente eran jóvenes que se reunían para evitar que personas llegarán a las colonias a cometer robos, asaltos, entre otros delitos. Este grupo de jóvenes se comunicaban por radios de comunicación, detenían al delincuente, le daban sus golpes y lo entregaban a las autoridades, pero ahora ya hay muchos, y se dedican a otras cosas prohibidas”, narró quien fuera en su momento integrante de este grupo y quien en su momento pidió mantener el anonimato.
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Del líder de este grupo que hoy se dedica a amedrentar a la población y a cobrar “derecho de piso” mediante el uso de la violencia, solo se sabe que se llama Pablo “N”, originario de la comunidad Santiago El Pinar, mismo que orquestaba bloqueos en las carreteras, en los tramos de cuota San Cristóbal-Tuxtla Gutiérrez y en el crucero de San Pablo, en el tramo que comunica a Teopisca; asimismo, se supo que aparentemente también ordenaba el cobro de “derecho de piso” a algunos comerciantes y en ocasiones al ataque de ciudadanos cuando había algún interés de por medio; de su perfil poco se sabe pues siempre se mantenía bajo las sombras.
Retos a la autoridad
Este grupo criminal tomó notoriedad a nivel estatal cuando en los medios de comunicación comenzó a publicarse sus afrentas a la autoridad; comenzaron por disparar a las fachadas de algunas delegaciones de policías cuando uno de sus integrantes era detenido e incluso se atrevían a amedrentar a los policías en las calles; incluso, llegaron a cometer atentados contra elementos de la Fiscalía de Justicia.
Su acto más peligroso y el que puso los ojos de todo el estado sobre ellos fue el ocurrido el 14 de junio de 2022 cuando los “Motonetos” se enfrentaron a balazos con otro grupo similar denominado “Los Vans”, esto en las inmediaciones del Mercado del Norte en San Cristóbal; ese día una persona del sexo masculino perdió la vida, además de que se suscitó el incendio de vehículos, actos que fueron sofocados por el H. Cuerpo de Bomberos de San Cristóbal. Horas más tarde, al sitio llegaron elementos de la Policía Municipal, Policía Estatal, así como del Ejército y Guardia Nacional quienes tomaron el control de la situación.
Un serio problema de seguridad pública
Los “Motonetos” fueron ganando mucho poder en las calles debido a la pasividad y en algunos casos la indiferencia de las autoridades municipales que consideraban a este grupo como uno más de poca monta; eran motivo de promesas de campaña, se prometía acabar con ellos pero eso jamás sucedió; haber subestimado a estos criminales les permitió paulatinamente tomar el control de las calles de San Cristóbal hasta convertirse en una verdadera amenaza pública.
Sus constantes enfrentamientos con grupos rivales causaron hechos de sangre; uno de estos sucesos fue el asesinato de un menor de 7 años de edad, cuando dos “Motonetos” se enfrascaron en una discusión dentro de una cantina y luego se liaron a balazos donde resultó muerto un menor al recibir una bala perdida.
Poco a poco la inseguridad se fue apoderando de San Cristóbal, al grado de que el sector hotelero comenzó a alzar la voz debido a las pérdidas económicas que ocasionaban las acciones de los motonetos, pues los asaltos por parte de éstos iban en aumento, siendo sus principales víctimas los turistas.
La presión social sobre las autoridades ocasionó que el 28 de octubre de 2022 Pablo “N” fue detenido en la zona norte de San Cristóbal por elementos de la policía especializada y de forma inmediata trasladado a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez; tras la detención, sus seguidores y miembros de la organización a bordo de motocicletas salieron a las calles para intimidar a la población y exigir la liberación de este sujeto, cosa que no consiguieron.
Mostraron su “músculo”
Para el 8 de noviembre del mismo año, seguidores de Pablo “N”, procedentes del ejido Cuxtitali El Pinar, municipio de San Cristóbal, marcharon del poniente de la ciudad hacia el Palacio de Justicia para exigir la liberación de su líder; ese día todo se salió de control, pues vandalizaron la Unidad Administrativa Municipal, así como la Unidad Administrativa del Gobierno del Estado, así como el Palacio de Justicia de Los Altos, incendiando además varios vehículos; las autoridades realizaron un operativo y lograron la detención de 10 personas que fueron trasladadas al Centro Estatal de Reinserción Social para Sentenciados número 3 de Tapachula.
Inicia la “cacería”
Tras diversos actos vandálicos por parte de los motonetos y ataques a la autoridad, se decidió tomar cartas en el asunto, por ello el 31 de marzo de 2023, tras una ardua investigación realizada por la Policía Especializada se detuvo a Cecilio “N”, también originario de Santiago El Pinar y de quien se supo era el brazo derecho de Cecilio “N; ambos fueron acusados de los delitos de motín, atentado contra la paz y la colectividad del estado, en agravio de la sociedad, por lo que fueron sentenciados y recluidos en el Centro Estatal de Reinserción Social para Sentenciados número 3 de Tapachula.
Grupo diezmado
Tras la detención de sus líderes al parecer ya nada fue igual para los motonetos; al verse diezmados por el número de compañeros encarcelados junto con sus líderes, sus actividades han sido casi nulas; lo mismo ocurrió para sus rivales “Los Vans”, quienes salen muy poco a las calles por temor a ser detenidos y correr la misma suerte que los miembros del grupo antagónico; el haber retado a las autoridades les pasó factura.
Frenados por autoridades
Según el entrevistado, el grupo de “Los Vans” se conformó por jóvenes estudiantes de la Secundaria Técnica número 66, situado en el Barrio de Tlaxcala, de San Cristóbal allá por el año de 1995. “Solo eran jóvenes que se reunían para cotorrear, para tomar cervezas, jugar futbol o divertirnos; pero han crecido, ahora tienen motocicletas y los fines cambiaron”, dijo el entrevistado.
Las actividades de este grupo se han visto limitadas, pues la fecha del 23 de abril de 2023 cambió todo, cuando a la zona arribaron procedentes de Villahermosa, Tabasco, de Ocosingo, Tapachula y El Sabino en Tuxtla Gutiérrez, efectivos de las fuerzas armadas para reforzar la seguridad en la ciudad; aún se escuchan disparos, pero esta vez cada vez más lejos.
Algunos dicen que las actividades de estos dos grupos se redujeron en un 80 por ciento y que se concentran en la zona serrana o en el tramo carretero San Cristóbal-Ejido Cuxtitali El Pinar, de donde es originario el líder de “Los Motonetos” y su brazo derecho.
De hecho, durante el 2021 se contabilizó la existencia de un total de 15 organizaciones de “Motonetos” en San Cristóbal, los cuales nacieron de organizaciones de comerciantes y transportistas como la COMACH, ALMETRACH, Sentimientos de la Nación y otros; en este 2023 se desconoce el número oficial de estas organizaciones que siguen operando.
Lo cierto es que la presencia de las fuerzas armadas en la zona ha dado un poco de estabilidad y tranquilidad a la población; de hecho, la gente espera que los elementos del Ejército y Guardia Nacional no se retiren nunca pues se teme que de suceder esto, los “Motonetos” regresen a las calles de San Cristóbal y la situación sería peor. Aún se escuchan disparos, a lo lejos, podrían ser de grupos armados de los que hoy pululan por todo el estado; quizá son los “Motonetos” esperando el momento para regresar, realmente no se sabe, pero la incertidumbre ahí está.