Tras huir de sus países de origen al estar en riesgo sus vidas y luego de obtener el estatus de refugiado, migrantes han abandonado el sueño americano y ahora buscan a través del aprendizaje de un arte u oficio mejores oportunidades de vida.
El director del Centro de Capacitación para el Trabajo Industrial (Cecati) 86, Abilio Villareal Victorio, afirmó que con la oleada de migrantes en la frontera sur, ha crecido la demanda de capacitación por parte de refugiados, ya que la matrícula este año alcanzó los 251 estudiantes, mientras que el 2021 fueron solo 60.
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Dijo que es con base a un convenio signado entre el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), la Comisión Nacional de Ayuda a Refugiados (Comar), como se permite a los migrantes obtener mejores herramientas para establecerse en el país como personas productivas.
Señaló que los 251 migrantes refugiados entonces su mayoría provenientes de Haití, Nicaragua, Guatemala, El Salvador, así como también de Brasil, España y Sierra Leona, quienes se capacitan en las especialidades de diagnostico del motor y reparación de equipos de aire acondicionado tipo minisplit, carpintería, electricidad, entre otros.
"Muchos huyeron de sus países en búsqueda de mejores condiciones de vida y con el aprendizaje de un oficio podrán tener una fuente de ingreso para subsanar los gastos propios o de sus familias" abundó.
Indicó que con el aprendizaje de estas competencias, los refugiados y solicitantes de asilo podrán incluirse o integrarse, ya sea a empleos formales o bien autoemplearse en en la frontera sur o en otra zona del país, ya que las constancias tienen validez oficial ante la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Reconoció que no es la primera vez que coadyuvan con la capacitación a la comunidad migrante, ya que existen casos de éxito de extranjeros que concluyeron sus estudios y hoy trabajan en empresas o han emprendido su propio negocio en la región.
Wilson "N", originario de El Salvador, huyó de su país por la violencia y por la amenaza de las maras, por lo que desde hace más de una año llegó a Tapachula, lugar donde comenzó con el proceso de solicitud de asilo.
Puntualizó que durante el proceso le comentaron que podía estudiar y decidió tomar el curso de reparación de equipos de aire acondicionado, ya que quiere tener un aprendizaje para lograr mejores condiciones de vida.
"Afortunadamente he encontrado la oportunidad de aprender un oficio y pues es importante, ya que a través de esto voy a poder incorporarme a un empleo y poder obtener recursos para subsistir", sostuvo.