“Van a pasar seis mil por otro lado”, refieren algunos de los hondureños que han quedado encapsulados cuatro kilómetros antes de llegar a la frontera de El Corinto, en la frontera entre Honduras y Guatemala, donde militares de ambos países han tendido una barrera humana e impiden su paso.
El contingente que adelantó camino el 14 de enero, suplica a las fuerzas de seguridad les permitan seguir su ruta hacia el departamento de Izabal y, en consecuencia, por todo territorio guatemalteco hasta llegar a la frontera con México.
Se trata de un grupo minoritario de unas 200 personas, mientras que el grupo más grande, integrado por unas cinco mil personas, según datos de integrantes de la caravana, ha comenzado a avanzar desde las 5:00 de la mañana con dirección a la frontera con Guatemala.
La estrategia de contención implementada ahora por cuatro países ha determinado que no crucen los migrantes de una nación a otra.
Para las 8:00 de la mañana, los migrantes continuaban avanzando sin ser interceptados por las fuerzas armadas de Honduras, lo que impulsa aún más a este grupo de extranjeros a continuar su ruta.
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Mientras tanto, del lado mexicano se ha desplegado a fuerzas de la Guardia Nacional, que reforzarán la seguridad en esta franja fronteriza.