En Chamula, municipio indígena ubicado en la región Altos de Chiapas, la superación de las condiciones de pobreza no es resultado de la inversión gubernamental, sino del aporte vital de migrantes que han dejado sus hogares en busca de mejores oportunidades en los Estados Unidos de América. Según la socióloga Patricia Díaz López, el éxodo migratorio inició en la década de los 90, intensificándose notablemente desde el año 2000, y aún más en la última década.
En una entrevista, Díaz López señaló que el aumento de precios en productos básicos en Chamula, en comparación con San Cristóbal de Las Casas, es evidente. Esta disparidad, donde un manojo de verduras puede duplicar o más su precio, se atribuye a la falta de mano de obra local en sectores clave como la agricultura, construcción y comercio minorista. La migración ha dejado un vacío en estos campos laborales, encareciendo los productos para la población local, mientras que los grandes comerciantes disfrutan de precios más bajos debido a sus cadenas de suministro.
La migración también ha impactado en la distribución de género en la fuerza laboral, con una notable ausencia de hombres para trabajar en el municipio. Los migrantes, en su mayoría hombres, han dejado un déficit en ocupaciones como la albañilería, mientras que las mujeres también están migrando, dejando una población predominantemente compuesta por adultos mayores.
Se estima que miles de indígenas de Chamula residen en Estados Unidos, principalmente en estados como Florida, Missouri, Mississippi, Nueva York, Oklahoma, Ohio, Alabama, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Utah, Arizona e incluso en Irak. Estos migrantes no solo envían remesas para mejorar las condiciones de vida en Chamula, sino que también regresan para construir viviendas de mayor calidad, con fachadas y elementos de lujo.
Sin embargo, a pesar de estas mejoras tangibles en vivienda, la inversión en servicios básicos como salud, educación, caminos y espacios públicos sigue siendo insuficiente. Según Díaz López, si no fuera por el aporte de los migrantes, Chamula no habría experimentado mejoras significativas en sus condiciones de vida.
Es evidente que los migrantes de Chamula son el motor detrás de la transformación en su municipio. Mientras que en Estados Unidos encuentran oportunidades de trabajo mejor remuneradas, en su lugar de origen se enfrentan a salarios mínimos insuficientes. Chamula, con su destacada migración indígena internacional, se destaca como un ejemplo de cómo la diáspora puede impulsar el desarrollo local y familiar.