Cintalapa.- El problema limítrofe que los estados de Chiapas y Oaxaca viven, data de más de 40 años de edad, han pasado varios sexenios y ninguna autoridad ha querido “agarrar al toro por los cuernos” para emitir el fallo y dejar en claro hasta donde es Chiapas y donde Oaxaca, ya que por estar en espera de esta resolución que le compete a la Procuraduría Agraria, han ocurrido una serie de problemas entre habitantes de las dos entidades federativas.
Coincidieron en señalar los participantes a la mesa de trabajo con autoridades de los tres órdenes de gobierno y representantes de las comunidades de la Zona Noroeste de este municipio, afectadas por el conflicto de tierras, con la intervención de la Federación Internacional de los Derechos Humanos (FIDH).
En la reunión celebrada, las autoridades entablaron acuerdos para el seguimiento y posible solución a la problemática añeja que ha acarreado un sin fin de problemas, enfrentamiento, robos, despojos, secuestros y otros delitos.
Habitantes de esa zona aseguran que ninguna autoridad ha volteado la mirada en los años que lleva el conflicto, pero confían en que haya logros significativos a futuro por la intervención de la Federación Internacional de los Derechos Humanos.
En este sentido, César Cerde Herrera, representante de la FIDH entregó nombramientos como representantes de dicha Federación en el municipio de Cintalapa a Mario Hernández y Jorge Camacho, habitantes de la Zona Noroeste, para que ellos como afectados directos puedan presentar una queja por la falta de atención a este tema.
Por su parte, Fernel Gálvez Rodríguez, Subsecretario de Pesca, en el estado en representación del Gobierno de Chiapas dijo que el estado está en la mejor disposición de coadyuvar con las diferentes autoridades.