La violencia física y sexual contra niños, niñas y adolescentes, incluso migrantes en Tapachula ha aumentado 50 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, problemática que representa un riesgo para la integridad y desarrollo de este sector de la población.
La fundadora de la Organización Por la Superación de la Mujer, Elsa Simón Ortega, afirmó que en lo que del año se han contabilizado 90 casos de violencia en sus diversas formas, 30 casos más que en el 2020 cuando se atendieron 60.
Dijo que de los 90 casos que se contabilizan, 20 corresponden a niñas migrantes, quienes por su situación irregular en el país son mucho más vulnerables a sufrir abusos sexuales.
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Señaló que lamentablemente la mayoría de los casos de violencia contra los menores de edad son generados por personas cercanas, es decir padres, hermanos, tíos, abuelos, por ello, la mayoría de los hechos no se denuncian.
Simón Ortega detalló que les han dado el acompañamiento legal a los casos y se ha llevado a los agresores tras las rejas, sin embargo, la mayoría de los casos no son denunciados, lo que pone muchas veces en peligro la vida de los niños, niñas y adolescentes.
Enfatizó que existen muchas deficiencias en el tema de atención de niños, niñas y adolescentes, y puso como ejemplo la falta de personal médico en la fiscalía para valorar las condiciones de los menores que son víctimas de abusos sexuales o de otro tipo de violencia.
Asimismo, indicó que en el hospital no se aplica la norma 046, que estipula una atención inmediata a los niños víctimas de violencia, ya que existe desabasto de medicamentos o bien se los aplican de manera tardía poniendo en riesgo la vida de los mismos.
Mencionó que incluso la ley a favor de niños, niñas y adolescentes publicada en el 2012 es solamente una letra muerta, ya que no se cuentan con recursos para difusión y detección oportuna de menores de edad en situaciones de violencia física, psicológica y sexual.