Tapachula.- Luego que un par de personas ingresaran armadas, dispararan y mataran a una catequista en Acacoyagua, el obispo, Jaime Calderón Calderón, condenó los hechos y consideró que las autoridades federales y estales, deben brindar más seguridad para los habitantes de la región.
Explicó que el pasado sábado al medio día “las hermanas catequistas estaban finalizando un curso en la capilla de la Inmaculada Concepción de la parroquia de San Marcos Evangelista, en Acacoyagua, cuando dos jóvenes, que habían llegado hasta el final y estaban sentados, sacaron sus armas y empezaron a disparar. Lamentablemente uno de los proyectiles alcanzó a Margeli Lang Antonio, catequista de niños de esa parroquia, muriendo instantes después del ataque. Las indagatorias han comenzado en el lugar de los hechos y exigimos que lleguen hasta dar con los responsables”.
Y agregó: “es por desgracia el primer evento que se da en el seno de una capilla, por esto reprobamos esta acción, a mí como obispo me preocupa que haya pasado así, por eso creemos que esto es muestra de un sentido de descomposición social, porque todos tenemos respeto por la vida de otra, por la casa de otro, y cuando se toca este aspecto de una capilla como espacio sagrado, esto también revela el grado de inhumanidad en el que se encuentra los asesinos”.
El jerarca de la grey católica, manifestó que la violencia se debe a una falta de “salud integral de las comunidades, hablar de salud integral es un todo cuando no hay trabajo, cuando hay injusticia, impunidad, cuando hay una ambición desmedida del dinero, cuando tiene precio la vida de la persona, lo que se pone en el centro es el dinero, así que todo tiene precio, y el que lo puede tener es quien manda”.
Aunado a esto, el obispo de Tapachula, elevo sus oraciones, además, se sumaron al dolor de los familiares y de la parroquia de San Marcos Evangelista, “nuestra familia Diocesana jamás ha de acostumbrarse a estos hechos y mostramos nuestra preocupación y rechazo antes estos signos lamentables de descomposición social y moral de la comunidad humana”.
Por último, hizo el llamado a las autoridades que “propusieron protegernos, y no lo están haciendo, para que lo hagan, ahorita es el momento de exigir para que haya lugares, espacios, donde nos podamos sentir seguros”, finalizó.
El jerarca católico exige se investigue este hecho de sangre hasta las últimas consecuencias, porque es el primero que se da dentro de una iglesia, un lugar sagrado
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