Copainalá.- El recuerdo de aquel momento vivido hace dos años, donde feligreses y organizadores de la festividad se dieron cuenta que de la figura de la Virgen de Guadalupe escurrían lo que denominaron sus lágrimas, sigue muy presente tanto en pobladores como en visitantes, quienes en esta época abarrotan el templo de San Miguel Arcángel.
Fue el 8 de diciembre de 2016 cuando ocurrió aquel suceso inédito e inexplicable, situación que provocó una mayor fe y que logró que el templo donde se encuentra la virgen se hiciera más famoso y de los más visitados en la entidad.
Por ello, desde el pasado viernes comenzaron a recibir a cientos de peregrinos que en su andar hacia otras parroquias, no dejan pasar la oportunidad de acudir a visitar a la virgen que llorara, para pedirle por el bienestar de su familia y por otras tantas situaciones que viven.
En tanto organizadores de la festividad detallaron que desde el 2016 las cosas ya no fueron igual en esta localidad, pues la presencia católica se incrementó en esta temporada, donde visitantes acuden con flores y ofrendas de todo tipo para la Virgen Guadalupana.