En la gran plaza de la colonial Chiapa de Corzo, en las márgenes del Río Grijalva, y con la milenaria ceiba como testigo junto a la fuente mudéjar, se inauguró el primer festival del Nulibé, la flor de muerto, musá o cempoazúchitl. Este vegetal se ha plantado en la jardinería con la finalidad de informar a la población sobre sus usos en la gastronomía y cosmetología.
En los alrededores de los árboles de matilisguate y ceiba, se han sembrado plantas de flores amarillas, muy vistosas por su color. Detrás de la estatua de don Ángel Albino Corzo se ha colocado un “lunes del nulibé”, que consiste en flores amarillas sobre largas tiras de luces LED, junto a calaveras que representan la proximidad del Día de Todos los Santos y los Fieles Difuntos, el 1 y 2 de noviembre. El festival concluirá este jueves 31 de octubre.
Entre la fuente mudéjar y el reloj de la plaza, se ha colocado una gran calavera, y a sus pies, plantas de Nulibé traídas de viveros familiares. También se han depositado ofrendas alimentarias como tamales, pox, mandarinas, pozol, plátano, semillas de maíz y mazorca.
La directora del Centro Cultural Gastronómico La Cocina de la Tía AC, Paola Badajoz Palacios, explicó que la flor de Nulibé se puede utilizar como alimento para los pollos, dándoles un color más amarillo y haciéndolos más apetecibles. Se deshidrata para generar un polvo y se usa como sazonador. La clorofila fresca se utiliza para dar color y sabor a coronas y para florear tumbas. También se pueden hacer panes, galletas, flanes, pays y vinos, además de que tiene propiedades antisépticas y carotenoides.
Entre sus principales propiedades se encuentran ser antioxidante, reducir el envejecimiento, ser muy beneficiosa para la salud femenina, regular los ciclos hormonales, ayudar a disminuir el sangrado vaginal, y ser un antibiótico natural para infecciones intestinales, previniendo y curando la salmonelosis y tuberculosis.
El tallo y las hojas se pueden usar para hacer fertilizantes orgánicos que alejan los bichos. Su uso es infinito; solo es cuestión de aprender sobre el sabor y aroma de la flor, al igual que con otras flores como la rosa. Se puede utilizar en costillas ahumadas, pescado ahumado y ensaladas; no hay límites. Con el follaje, se puede elaborar Pox, un excelente vino tradicional.
El maestro Francisco Ruiz presentó el pollo en crema de Nulibé, acompañado de arroz blanco, además de un atole agrio a base de nulibé, y tamales dulces y de bola. Con este vegetal, cuenta que tiene unas 15 recetas, preparándolo en salsas, empanadas, quesadillas y dulces, lo que lo hace recomendable para la población.
La cocinera tradicional Luz Elba García Alfonso presentó, entre otros platillos, arroz cocido con ajo, cebolla y flor de Nulibé. Ella cultiva la planta en su patio, considerándola un alimento orgánico. "Es una delicia, volver a la tierra y relacionarnos con la madre naturaleza; no nos podemos olvidar de la tierra y sus frutos. No al desequilibrio, sí al equilibrio entre la tierra y la humanidad".
Otro manjar es el atole a base de agua, leche, azúcar, panela y flor de nulibé. Es una delicia y un gran alimento que se exhibe en las márgenes del Río Grijalva en Chiapa de Corzo. No podía faltar el pozol de cacao chiapaneco.
El colectivo Las Chicatanas elabora pox a base de Nulibé, así como Pox con café y crema, presentando el pox en envases de calavera de flor de nulibé. También ofrecen quesos gourmet con hierbas finas y provolone ahumado, café de Chiapas, miel multifloral, salsas, ensaladas y sazonadores.
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