El Obispo de Tapachula, Jaime Calderón Calderón hizo un llamado a la sociedad a crear conciencia ecológica sobre el cuidado del medio ambiente, el cual es un tema de responsabilidad social de todos los consumidores. Señala que comprar es siempre un acto moral y no sólo un acto económico en el que también se encuentra inmerso el tema de deterioro ambiental.

El obispo expuso que todo creyente debe cuestionarse sobre su comportamiento de consumo y directamente con el tema de deterioro ambiental para dejar atrás una etapa de autodestrucción y a comenzar una nueva, aunque reconoció que aún no se ha desarrollado una conciencia universal que lo haga posible.

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Recordo palabras dichas por el Papa: “Como nunca antes en la historia, el destino común nos hace un llamado a buscar un nuevo comienzo” y despertar una nueva reverencia ante la vida; por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad; por el aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz y por la alegre celebración de la vida, en torno al tema ambiental y su destrucción.

De igual forma el obispo señaló que la semana pasada finalizó el curso escolar y expresó su reconocimiento a los que forman parte del tripié educativo llevando adelante el proceso enseñanza-aprendizaje en tiempos tan difíciles: padres de familia, los maestros y el educando.

Detalló que fue un escolar que desde sus inicios se vislumbraba con grandes desafíos pero que sobre la marcha se fue dando respuestas, unas con mucho acierto, otras que dejan en deuda a la niñez y juventud de nuestra patria.

Expuso que ciertamente para la gran mayoría de los niños y jóvenes el proceso educativo no se detuvo; por eso la iglesia se alegra con quienes han logrado concluir un curso escolar desarrollando conocimientos, habilidades y actitudes, pero que de modo especial ha sido un año que ha dado la oportunidad de formarnos a todos para la vida e hizo ruegos porque en el período vacacional aprendan también a descansar y es la oportunidad de padres de familia para realicen un plan para que los niños y jóvenes no se dejen llevar por la ociosidad.