En un campamento improvisado a la intemperie entre las montañas de un poblado cercano a la cabecera municipal de Chenalhó, 32 familias desplazadas de la comunidad de Atzamilho' se esconden de grupos armados.
Fue el pasado fin de semana cuando hombres, mujeres, niñas, niños y jóvenes, salieron por la noche y madrugada de sus casas que fueron quemadas, huyendo de un enfrentamiento que dejó como saldo más de 15 personas muertas.
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Reynaldo Pérez Pérez, defensor de Derechos Humanos, señaló que urge la intervención de las autoridades, así como del Ejército y la Guardia Nacional, debido a que en las comunidades tanto de Santa Martha y Atzamilho' Ventana, aún hay cuerpos tirados y personas desaparecidas.
“Los desplazados salieron de sus viviendas desde el mes de julio, pero ante varios diálogos con el grupo armado de Santa Martha, algunos regresaron a ver sus patrimonios a esta localidad y ahí fue donde se desató el ataque”.
Las personas refugiadas pernoctan debajo de una lona, donde han pasado hambre y frío. Junto al campamento atraviesa un arroyo de donde toman el agua para consumo y ahí las mujeres hacen las tortillas y cocinan frijoles para alimentarse.
Desplazados en el olvido, no reciben atención por las autoridades
La señora Marcela, habitante del sector Santa Martha, con llanto y un bebé en brazos, narra que el día que se suscitó la balacera tuvo mucho miedo de salir por los balazos, ya que el grupo armado también los estaban persiguiendo, pero afortunadamente lograron escapar.
“Salimos huyendo a las montañas, ahí se quedaron nuestras pertenencias como ropa, cobijas, animales y casas quemadas. Quemaron todas nuestras pertenencias, no tenemos nada hasta ahorita perdimos nuestros hogares”.
Marcela tiene cinco hijos, quienes están a salvo al igual que su esposo, pero de sus demás familiares desconoce su paradero, ya que no se ha podido comunicar y el día de los hechos también huyeron de la comunidad.
La historia de Margarita no es diferente, ya que por las inclemencias del tiempo a la que se han expuesto en el campamento, su salud se ha visto afectada, pues tiene dolor de estómago, náuseas y dolor de cabeza, por lo que exige atención médica e intervención de las autoridades.
“Queremos justicia, ya no tenemos cobija, ni ropa, ni comidas, ni nada, estamos solitos y el gobierno no toma en cuenta lo que estamos pidiendo… Tengo hambre, tengo frío, estoy enferma”, sollozando.
Mientras tanto, Luis David, un joven de no más de 20 años de edad, dio a conocer que él y sus padres también fueron perseguidos, por lo que el domingo pasado tuvieron que dejar su hogar y refugiarse en las montañas para luego reunirse con las demás personas en este campamento, ya que han recibido amenazas constantes y tienen miedo de ser atacados.
“Salimos huyendo allá porque en realidad estamos amenazados por la gente armada del sector Santa Martha, hemos escuchado rumores de que quieren venir hasta acá a levantar a algunos”.
Alrededor de las 10 de la mañana, hombres y mujeres refugiados, hicieron una oración para pedir por la paz y la solución al conflicto, ya que temen por sus vidas y que esta situación aumente.
Hasta el momento elementos del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional, no han podido ingresar al sector Santa Martha debido a que no hay condiciones de seguridad, sin embargo, las autoridades tampoco han hecho lo posible por garantizar la solución del conflicto. Hasta el día de hoy los elementos se encuentran en la cabecera municipal de Chenalhó.