Cada 28 de enero, los cintalapanecos celebran la bajada de la virgen de Candelaria, (así se le llama a la procesión que se hace de un lugar llamado Tlacoatzintepec, hacia esta cabecera municipal), cuando la pandemia lo permitía, con esta fecha, daba inicio de manera oficial la feria grande en honor a la patrona de los chimbombos.
Desde hace dos años a la fecha por el Covid-19, todo se ha reducido a solo actividades religiosas, cancelando eventos masivos, juegos mecánicos, expo ganadera, puestos comerciales, eventos culturales, deportivos y musicales.
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Este viernes 28, pasadas las 15 horas el continente se dejó ver llegando a la carretera Sayula, al frente iban unidades policiacas, de socorro, y el coro animando el momento. En un carro alegórico venía la imagen de María de Candelaria, quien era resguardada por electos de la policía municipal.
Esta vez, como el año anterior y por la contingencia, la feligresía no fue invitada para venir en procesión desde Tlacuatzin hasta llegar a la parroquia, ahora fue de manera motorizada que los fieles recorrieron el mismo camino de siempre hasta llegar al templo.
Al recorrer las calles por barrios diferentes, la comunidad católica se preparó, barrió, regó, colocaron globos de colores amarillo y lila, instalaron altares, quemó triques, tiraron confetis, aplaudieron, se persignaron y algunos más le pidieron que esta pandemia terminara.
Antes de las 17 horas el recorrido llegó a su fin, al templo parroquial, ahí mucha gente ya esperaba la imagen para recibir su bendición, fue bajada del carro alegórico e ingresada a su nicho, donde le cantaron las mañanitas y le aplaudieron.
El párroco Francisco Javier Urbina Galán, agradeció a toda la comunidad el apoyo brindado, les dijo que quizá el otro año las cosas sean diferentes, pero mientras tanto, invitó a seguirse cuidando, dijo que el recorrido de este mismo día por la tarde sería también de forma motorizada al igual que la del día de 2 de febrero.
“Es momento de no bajar la guardia, de seguir se cuidándonos y por eso cancelamos varias actividades que ya estaban listas para echarlas a andar dentro del marco de las festividades religiosas, pero confiamos en Dios que el próximo año ya todo sea diferente”, sostuvo el líder religioso.