En medio de la creciente ola de delincuencia que azota al municipio de Frontera Comalapa, los transportistas han resultado ser uno de los sectores más afectados. A pesar de tener sus puertas abiertas, las unidades de transporte público permanecen vacías debido al temor de los usuarios de ser retenidos por el crimen organizado. Esta situación ha llevado a una grave pérdida económica para los transportistas, quienes esperan ansiosamente que la tranquilidad regrese para retomar sus labores de manera normal.
Las calles de Frontera Comalapa se encuentran vacías y los negocios abren solo por periodos cortos de tiempo. Los mercados públicos también enfrentan dificultades, ya que temen ser objeto de agresiones y se ven obligados a cerrar. Las terminales de transporte público, aunque abiertas, no están siendo utilizadas debido a la ausencia de pasajeros. Esta situación ha llevado a más de una semana sin trabajo para los transportistas, quienes anhelan que esta situación llegue a su fin para poder reanudar sus labores y recuperarse de las pérdidas económicas sufridas.
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"Las calles están desoladas, los negocios abren y cierran rápidamente, y las terminales de transporte público están abiertas esperando ser utilizadas, pero no hay pasajeros", señalaron los transportistas en un comunicado. "Estamos sin trabajar desde hace más de una semana y esperamos que las autoridades restauren el orden en el municipio y pongan fin a este grave problema que ha cobrado vidas humanas, ha causado desplazamientos y desapariciones, entre otros delitos. Pedimos que llegue la paz y la tranquilidad a Frontera Comalapa".
Los transportistas también han hecho un llamado a las autoridades para que apliquen el estado de derecho en el municipio, permitiendo así que la población pueda moverse con seguridad. Han destacado la presencia del ejército, la Guardia Nacional y la policía estatal en las carreteras de la zona afectada, quienes han asumido el control para garantizar la seguridad de los ciudadanos. Además, han instado a los usuarios de las unidades de transporte a hacer uso de ellas, ya que se encuentran listas para cualquier trayecto que deseen realizar.
En relación a la crisis de seguridad, también han aprovechado para denunciar a los propietarios de tiendas de abarrotes que están aprovechando la situación para incrementar los precios de los productos. Se ha reportado un aumento alarmante en los precios de productos básicos, como el casillero de huevo que ha llegado a costar 105 pesos, y el kilo de tortilla que ha alcanzado los 30 pesos en algunas partes de la localidad. Esta práctica abusiva genera un mayor impacto económico en los habitantes de Frontera Comalapa, quienes ya están sufriendo las consecuencias de la inseguridad.