Ante las fuertes lluvias que se han registrado en los recientes días, habitantes de más de 40 colonias de la zona urbana de Tapachula que se encuentran cerca del río Texcuyuapan, retomaron la petición hacia las autoridades sobre la construcción de un muro de protección para salvaguardar estos asentamientos humanos, que por más de 20 años han solicitado sin obtener respuesta.
Al visitar las colonias Pintoresco y Doroteo Arango, ubicadas al suroriente de la ciudad, se constató el alto riesgo en que se encuentran decenas de familias, que tienen sus casas a pocos metros de la corriente del afluente, y que, en cada época de lluvias, el miedo y la zozobra se apodera de ellas, sin que las autoridades como la Conagua y la Secretaría de Obras Públicas, atiendan la solicitud de la construcción de un muro de contención.
Emmanuel Pérez Arguello, integrante del comité de la colonia Doroteo Arango, afirmó que apenas el año pasado decenas de familias sufrieron serias inundaciones, donde perdieron ropa, aparatos electrodomésticos, animales de granja, y puso en riesgo la vida de las personas de la tercera edad, niños y personas con discapacidad, en esa ocasión, las autoridades sólo les entregaron un kit de limpieza.
Dijo que es injusto que después de 20 años de estar solicitando una protección para sus viviendas, aún tengan que sufrir en cada temporada de lluvias, y que, aun cuando pagan sus impuestos todos los años mediante el pago al predial, los tratan peor a que si fueran indocumentados, por ello, volvieron a exigir que las autoridades no esperen a que ocurra una desgracia para decidirse a construir el muro de protección.
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"El no contar con un muro de protección contra la corriente del río afecta gravemente la seguridad de los habitantes de la colonia, por lo que exigimos a las autoridades agilizar la gestión para que se habilite una construcción, o cuando menos el desazolve del río", abundó.
Por su parte, el coordinado de la colonia Doroteo Arango, José Antonio Chacón Jiménez, lamentó que el Gobierno Federal sea indolente ante las necesidades de los habitantes más pobres, más aún que se burlen por la manera en que anuncian los supuestos logros obtenidos en dos años de gobierno, cuando las familias más pobres tienen muchas necesidades que no han sido solventadas.
Finalmente agregó que ya no viven con tranquilidad, porque en cada lluvia que se presenta, sienten nuevamente el temor de ser afectados por las corrientes y que en el peor de los casos podría ocurrir una desgracia mayor.