Familiares de internos del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) No. 15 ubicado en Villa Comaltitlán, dieron a conocer que sus parientes están recibiendo tratos que son violatorios de sus derechos humanos, los cuales van desde negarles el servicio médico, hasta obligarlos a comprar comida pues la que se les proporciona es excesivamente salada o insípida.
Los denunciantes dijeron que estas irregularidades ya venían ocurriendo desde hace tiempo, sin embargo, con el arribo de la nueva directora del penal, Erika Adriana Tenopala Chausse, la situación ha empeorado, aseguran, sobre todo para los internos que se encuentran en el lugar purgando una condena y son de escasos recursos.
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“Hay temor por la seguridad y bienestar de los internos ante las decisiones que se toman por la directora y que generan condiciones inadecuadas, los internos son castigados física y psicológicamente y condicionadas las visitas, las amenazas están dirigidas para evitar que ni los reclusos ni sus familiares denuncien las irregularidades”, expusieron.
Explican los familiares, quienes piden omitir sus identidades por temor a un castigo aún mayor para sus seres queridos, que esta situación ha empeorado desde el pasado 4 de julio cuando algunos internos decidieron denunciar la situación iniciando una huelga de hambre, sin embargo, no pudieron lograr su intención pues inmediatamente la directora del penal, les aseguró que se harían los cambios necesarios para mejorar sus condiciones de vida durante su estadía en el lugar.
Los presos en huelga de hambre, le creyeron a la directora sus promesas, sin embargo, la realidad fue que, apenas unas horas después de haber desistido, surgieron las represiones y los castigos que aún padecen algunos que están incomunicados.
El temor es por quienes tienen requerimientos especiales como medicinas para pacientes con enfermedades crónico degenerativas, o para quienes necesitan lentes o simplemente con quitarles sus artículos personales, además de que, dicen, el área médica no cuenta con los equipo y medicamentos, así como las condiciones necesarias para poder atender de forma adecuada las necesidades de salud de quienes están recluidos.