Existe emergencia humanitaria: JCC

Monseñor expuso que se debe ayudar y tener una política clara sobre las caravanas de migrantes, y no dejarlos padecer vicisitudes al recorrer México

RUBÉN ZÚÑIGA / Diario del Sur

  · domingo 14 de abril de 2019

Monseñor, Jaime Calderón Calderón. / Foto: Rubén Zúñiga

Tapachula.-, Al celebrarse el Domingo de Ramos, el obispo, Jaime Calderón Calderón, reconoció que las caravanas y flujos migratorios, son parte una emergencia y crisis humanitaria que se registra en la frontera sur del país.

En su mensaje dominical, además, reiteró que la iglesia ha fijado la postura de ayudar a las personas migrantes, al tiempo, de solicitar al gobierno de México, para que se presente políticas claras para que todos podamos ayudar en lo que calificó una emergencia humanitaria.

Cuestionado si se trata de una emergencia o crisis humanitaria contestó: “creo que sí, porque no es simplemente un fenómeno nuestro, ha siendo un fenómeno global, y crisis porque es un momento porque las cosas llegan al grado, de que sean motivos validos o inválidos de tener que salir, y nosotros los que vivimos en este estado, en esta ciudad, en esta región, y yo que continuamente estoy viajando en esta carretera de la Costa, advierto que es un flujo continuo, y no podemos quedarnos, lo digo como iglesia, como obispo, con las manos cruzadas”.

Y continuó: “crisis, en el sentido que estamos siendo rebasados por toda una situación. Chiapas, me parece que la estructura que tenemos no es suficiente, para entender que quienes vienen puedan quedarse aquí, o puedan seguir”.

El jerarca del gray católico, manifestó que los flujos migrantes necesitan ayuda, por lo que pidió “se acercaran a las personas, porque decir migrante no es igual o sinónimo de violento, tienen necesidades, son seres humanos”.



Exclamó que la iglesia tiene una postura clara de ayudar, y los migrantes no son una carga, sino una oportunidad de gracia de poder ayudar, “para nosotros siendo coherentes con lo que profesamos, es una oportunidad de gracia, porque vemos en ellos a un Cristo que ha sido crucificado por varias situaciones que viven en su país: la violencia, la pobreza, la persecución”.

Reiteró que, como iglesia, “entendemos nosotros que no nos toca hacer las leyes, no nos toca dictar quién entra, quién no entra, esa es una responsabilidad de nuestras autoridades, y nos parece que no es clara esa posición, porque vemos que parecería una posición, entre comillas, humanitaria, casi en libertad total al cruce de frontera, pero que vemos con el paso, se van acotando, y muchos de ellos se repatrian, así que no nos parece clara esa situación”.


El gobierno de México debe presentar políticas para que se pueda ayudar en emergencia humanitaria, porque “no es responsable abrir las fronteras y dejarlos que padezcan hambre, miseria, sufrimiento en el trayecto de nuestro territorio, eso no es humano, esa no es una política humanitaria”