El constante flujo migratorio y la necesidad de las personas para poder subsistir ha provocado que el número de mujeres y hombres que ejercen el trabajo sexual en la ciudad incremente en un 100 por ciento, indicó Elvira Romero Madrid, presidenta de la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Eliza Martínez”
Destacó que las mujeres y hombres migrantes realizan este trabajo en Tapachula para poder obtener dinero y seguir su camino en busca de llegar a los Estado Unidos y alcanzar una mejor calidad de vida.
Detalló que el 75 por ciento son mujeres, el 15% transgénero y el 10 por ciento restante son hombres que ejercen este trabajo en las calles, parques públicos, por redes sociales o por mensajes de whatsapp.
Reveló que el año pasado en la ciudad habían 2 mil 500 mujeres ejerciendo ese trabajo en la vía publica de Tapachula y en este 2022 hay el doble.
“Actualmente tenemos las mismas 2 mil 500 mujeres realizando este trabajo en la vía pública y otro tanto igual en bares, cantinas, antros, discotecas o table dance, además de 50 hombres, haciendo un total de 5 mil 50 personas en este oficio”, expresó.
Reveló que el número de personas realizando trabajo sexual en la ciudad es flotante, ya que la mayoría lo realizan personas en movilidad humana, esto, mientras ahorran dinero para continuar su camino.
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Las nacionalidades de las personas que están realizando este trabajo son: Honduras, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Haití. Pocas de Colombia, Venezuela y Cuba estas últimas se mueven a través de redes sociales y por medio de mensajes de whatsapp.
Destacó que 90 por ciento de los servicios de los hombres es a personas de su mismo género, a diferencia de los servicios de las mujeres.
“El incremento de las personas que se están dedicando a este trabajo en Tapachula es muy alta, ya que son miles de migrantes los que están ingresando por la frontera sur con Guatemala y al no conseguir empleo se enrolan en este oficio”, abundó.
Perla, originaria de Honduras, es una mujer de 34 años que empezó a trabajar en este oficio a los 20 años por la pobreza y la necesidad de salir adelante, explicó que este oficio ya no es el mismo desde hace años, ya que los clientes se alejaron por la presencia del coronavirus.
Añadió que antes de la pandemia por Covid-19 y la llegada de cientos de mujeres de otras nacionalidades ganaba hasta los mil pesos al día, pero ahora si bien le va, únicamente se está sacando 200 pesos y con más horas de trabajo.
“La competencia está muy fuerte, pues en la calles de Tapachula, ahora se pueden encontrar mujeres cubanas y haitianas que realizan este trabajo”, finalizó.