Hace aproximadamente 50 años cientos de árboles fueron derribados en la zona Sur-Oriente de San Cristóbal de Las Casas, luego empezaron a sustraer material pétreo en ese lugar, en donde ahora hay varias colonias, dejando expuestas las formaciones geológicas, causando daño ecológico y grave erosión al área.
Los cerros de San Cristóbal que están siendo saqueados y destruidos se ubican sobre el lado Sur-Oriente, ahí ya han sido destruidos varias hectáreas de terreno que antes eran verdes y boscosas siendo esto muy evidente en la de zona de Santa Cruz en donde el cerro fue cortado por mitad.
Es la sustracción de material pétreo arena, grava y piedra, que son vendidos por los diversos propietarios de esas tierras lo que ha generado que día a día se observen más cerros pelones, los cuales a simple vista son como "arañazos" a la tierra.
Una parte de la zona destruida ya se urbanizó y ahora y formó la colonia Salsi-Puedes, donde primero fueron sustrayendo el material pétreo de una sola área, pero ahora hay decenas de casas que habitan más de mil personas y a un costado ya se formó la colonia 10 de abril.
Lamentablemente, de dicha zona se extrae todo tipo de material, existiendo incluso proyectos con la intención de construir más viviendas y aunque se han reportado daños a casas habitadas la operatividad de grandes maquinarias continúa y las denuncias sólo quedan en el olvido, mientras la gente vive temerosa de un deslizamiento de tierra sobre ellos.
Varios grupos de ambientalistas han denunciado a los tres órdenes de gobierno y periódicamente por años han sido clausuradas estas graveras pero los propietarios pagan la multa, retiran los sellos y vuelven a echar a andar las maquinaria de sus trituradoras y retroexcavadoras para la extracción de material.
En algunos de éstos bancos de extracción se fabrican blocks y tabicones, por lo que las zonas boscosas o llenas de árboles que antes rodeaban a San Cristóbal de las Casas se están acabando y en pocos años la ciudad quedará rodeada de cerros pelones y blanquecinos de piedra caliza que evidencian el daño ecológico y los manantiales se podrían secar.
Los ambientalistas constantemente han señalado que el medio ambiente está siendo destruido por la misma sociedad coleta, y denunciando el maltrato ambiental por lo que castigo a los destructores del medio ambiente.
Erik Eberman ambientalista independiente originario de Estados Unidos y que radica desde hace años en Chiapas, señala que actualmente San Cristóbal de Las Casas está entrando en un grave problema porque los mismos indígenas y sancristobalenses están destruyendo el medio ambiente al extraer indiscriminadamente material pétreo
"Realmente es un grave problema, estamos viendo incremento de población que extrae material de los cerros cuando es algo que nosotros debemos de controlar. Se está extrayendo material desde las áreas verdes y boscosas, tenemos un problema mundial y esto afecta el medio ambiente y el bienestar de la población", señaló.
Indicó que él junto a otros ambientalistas han hecho movimientos y buscado detener está destrucción pues San Cristóbal es un bonito lugar para vivir, pero en 40 o 50 años aproximadamente se podría acabar, por eso hay que defender el medio ambiente pero unidos sociedad y gobierno.
Lee más: ¡Deforestan San Cristóbal! Cerros lucen sin árboles
"Hay personas que venden terrenos porque ellos saben que en ese lugar ya no pueden construir casas y la gente que los compra pierde su dinero porque no lo logran urbanizar".
Dijo que aproximadamente los terrenos de donde se sigue extrayendo material pétreo son 50 hectáreas, pero en los próximos años aumentará y podría llegar a las 60 o 70 hectáreas, y aunque afortunadamente se podría decir así, ahí no hay manantiales ni pozos de agua, si eran zonas de amortiguamiento boscoso que hoy están expuestas y puede derivar en deslaves intempestivos.
Erosión acelerada y daño irreversible
De acuerdo a investigaciones realizadas por el Colegio de la Frontera Sur son más de 50 sitios de arena y grava que existen en la zona oriente de San Cristóbal de las Casas de donde desde hace 70 años se está extrayendo material generando erosión acelerada.
Un habitante del lugar, quien pidió la omisión de su identidad, dijo que desde hace varios años su casa se dañó, tiene cuarteaduras ocasionadas por las enormes maquinarias, que trabajan en esa zona.
“Mi casa se está cayendo, las paredes están cuarteadas y ya se denunció ante el gobierno y la Secretaría del Medio Ambiente e Historia Natural (SEMAHN), pero no hacen algo. Este terreno lo compré hace varios años cuando los cerros estaban completos y llenos de árboles, construí mi casa y años después empezaron a tirar árboles y destruir los cerros. Ahora mi casa ya se dañó, estoy pidiendo que me lo paguen para irme de aquí, son como 70 mil pesos que vale mi casita. Los ruidos de las maquinas empiezan desde muy temprano y no nos dejan dormir ni, además hay mucho olor a polvo”, señaló.
¿La extracción indiscriminada un daño necesario?
Según datos aportados en una investigación del Colegio de la Frontera Sur la extracción de material pétreo comenzó al construirse la carretera Panamericana que pasa en medio de la ciudad y lleva a Tuxtla Gutiérrez, pero incrementó en la década de los 90’s al comenzarse a hacer más carreteras, siendo ahí cuando la necesidad de ese material permitió la apertura de minas de manera indiscriminada y de la pala o pico como se extraía hasta entonces comenzó a llegar la maquinaria pesada iniciándose una explotación indiscriminada.
De acuerdo a la investigación hay sitios que son sobreexplotados y es esa deforestación o tala indiscriminada lo que no permite la recarga o retención de agua en los mantos freáticos que termina por impactar en los humedales y manantiales como El Navajuelo y la Kist habitado por aves migratorias que llegan de Estados Unidos y Canadá.